Acceso a la prisión leonesa de Mansilla de las Mulas.

Denuncian el «polvorín» que se está creando en la cárcel de Mansilla: «La violencia entre presos es una constante»

Internos y familiares denuncian la masificación de los módulos ordinarios y la reducción a mínimos de personal médico en el centro

leonoticias

Mansilla de las Mulas

Sábado, 13 de agosto 2022, 12:39

En el centro penitenciario de Mansilla de las Mulas (León), los módulos 9, 10 y 14 son los módulos ordinarios también llamados 'conflictivos' donde van a parar todos los presos que rechazan o han sido expulsados de los módulos de respeto. También recogen a los nuevos internos que están en observación.

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Estos módulos se están «sobresaturando en las últimas semanas», tal y como denuncia el colectivo Derechos Humanos en las Cárceles.

«Lo habitual en otros módulos de la península es que no sobrepasen los 50-60 presos. Además, están mezclando en estos módulos a perfiles y expedientes dispares entre sí, primerizos con veteranos, toxicómanos con traficantes y no consumidores; presos con penas breves con otros de larga duración, etc», subrayan.

Mezcla de reclusos

Esta situación ha convertido estos módulos en «polvorines» donde la violencia entre presos «es ya una constante», según denuncian los familiares de los presos: peleas, apuñalamientos, palizas, autolesiones, «son constantes en esta prisión».

A esa convivencia forzada se suma como origen de conflictos la falta de infraestructura adecuada al tamaño de la población reclusa (dos cabinas telefónicas para 85 presos, un minigimnasio en donde se juntan 10 personas por turno, talleres de manualidades a los que acceden hasta 20 personas por turno, locutorios de comunicaciones sin puertas o con problemas de escucha en lostelefonillos, recogen en su denuncia.

Los más problemáticos

Hay que señalar que la mayoría de estos presos son politoxicómanos, muy problemáticos que generan reacciones en cadena de violencia contra sí mismos y los demás presos.

Además los internos se quejan de que, desde el inicio del verano se han reducido drásticamente los servicios médicos, que han quedado limitados al reparto de fármacos, dejando desasistida a la población enferma del centro.

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Aunque ha trascendido que los sindicatos de los funcionarios de prisiones han exigido más personal para solucionar la situación, lo cierto es que los internos entienden que no es una cuestión de aumentar funcionarios, ya que los módulos están totalmente automatizados y además hay al menos cuatro módulos vacíos que podrían servir para deshacinar los módulos ordinarios. Otras medidas serían dotar de mejores infraestructuras al centro y mantener unos mínimos aceptables durante el verano de los servicios médicos en aras de un cuidado más humanizado de la población reclusa.

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