El eterno desencuentro

Corría el año 1158. La sequía asolaba las tierras de León y el pueblo, desesperado, acude a San Isidoro con una rogativa. Cuenta la tradición, y así lo recoge el Chronicon Mundi de Lucas de Tuy, que tras este ruego al santo, "la lluvia cayó con abundancia sobre los campos de León y su alfoz".

Cumpliendo con la tradición, este sábado, día 24 de abril, los representantes del Ayuntamiento cumplirán con la ceremonia de las conocidas Cabezadas.

A las 11:45 horas, el cortejo encabezado por el alcalde, Antonio Silván, y por la Síndico, Margarita Torres, saldrá de la plaza de San Marcelo, escoltado por los Maceros y la Guardia Municipal y, enarbolando el Pendón Real de León, se dirigirá hacia la Real Colegiata y Basílica de San Isidoro portando un cirio de una arroba y dos hachas de cera.

Alrededor de las 12:00 horas, el Cabildo de San Isidoro recibirá a la comitiva municipal, aceptando el presente aunque, por otro lado, dejará claro su carácter obligatorio o de foro. Aquí es donde comienza la discrepancia. Ya en el claustro dará comienzo la batalla dialéctica. Colocados uno delante del otro, Síndico frente a representante del clero, se inicia la ronda de intervenciones, con tres turnos para cada representante, en el que defenderán su postura. Tras el duelo en el que ambas partes despliegan sus mejores artes oratorias, se celebran la tradicional misa.

Las tres reverencias que los munícipes realizan con exagerada inclinación, al despedirse del Cabildo han dado nombre a la fiesta de las Cabezadas, también conocida como Foro y Oferta

El acto, en este 2016, estuvo precedido de un encuentro celebrado el pasado 13 de abril en San Isidoro, en el que la Legacía visitaba al lugar donde se desarrollará la ceremonia para iniciar los preparativos de esta tradición tan leonesa, declarada de Interés Turístico Regional en 2003, y que, como cada año, terminada la discusión finalizará con un empate que se intentará deshacer el año venidero.