Testigo del horror de Bucha, en Ucrania, ha sido también el cocinero José Andrés. Desde el primer momento ha repartido comida, con su ONG, a quienes sufren la invasión de Ucrania. Pero él también asegura estar roto por lo visto estos días y lo ha demostrado en sus redes sociales, donde ha publicado vídeos en los que aparece con casco y chaleco antibalas trasladando alimentos a lugares totalmente devastados por la guerra. Yendo incluso al epicentro del terror, Bucha. "Imposible narrar", dice, tanto sufrimiento.Sólo este fin de semana, el chef y su ONG han repartido allí y en la ciudad de Irpin seis toneladas de comida. Casi 10 millones en toda Ucrania desde que estalló la guerra.Está mentalmente agotado, nos dice por mensaje de móvil, y es incapaz de contener las lágrimas recordando, en este tren de vuelta a Leópolis, lo vivido estos días."Tenemos a gente que está en Karkhiv, donde están cayendo misiles", asegura. Toda ayuda es poca ante tanto sufrimiento.-Redacción-
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