La Cultural también gana en el 'otro fútbol'

Es una de las grandes capacidades del ser humano: ser consciente del entorno y adaptarse a él para sobrevivir. Esto es lo que hizo la Cultural y Deportiva Leonesa en Miramar para superar al Marino (0-2) en un partido donde los de Idiakez sacaron su 'cara B' para ganar a base de oficio, contundencia, orden y acierto en un partido coral y de gran valor de los leoneses.

Idiakez apostó por la meritocracia con la entrada en el once de Araújo, que había brillado en Copa, y sorprendiendo con la ausencia en la lista de Kawaya que sufría unas mínimas molestias musculares.

La Cultural sabía que iba a enfrentarse a un terreno de juego cuyo estado iba a empeorar con el paso de los minutos, donde los resbalones comenzaron a la par que el partido y donde el viento fue protagonista. Adelantarse cuanto antes era vital para no toparse con más dificultades.

Dicho y hecho por parte de los de Idiakez. En la primera llegada, en el minuto 4, llegó el tanto. Pipo comandó un rápido ataque en el que Bravo envió un centro desde la banda que Nino casi mete en su propia portería. El defensa local logró evitarlo, pero entregó el balón a Sergio Marcos que, con un disparo seco y alto, adelantó a la Cultural.

A partir de aquí se vio a una Cultural que leyó a la perfección el partido. El conjunto leonés no quería tocar la pelota, no quería sumar posesión y pases. Quería ser contundente, directa y fiable, y así fue lo que mostró. El Marino intentó asediar a los leoneses con centros laterales que Castañeda, hoy central, y Rodas, despejaron.

Respondió la Cultural con una falta de Sergio Marcos que, tras tocar en la barrera, casi sorprende a Chechu Grana. Pero el plan era brega, lucha, contundencia y orden. Y con esta receta, los de Idiakez evitaron sufrir en exceso ante un conjunto local que, conocedor de su estadio y de las 'trampas' que guarda su campo, apostaba por el balón lateral y el balón parado.

Así lo hizo también la Cultural, que buscaba el balón largo, los envíos en diagonal a la banda y las llegadas rápidas y verticales al área. Bravo, especialmente, tenía mucho protagonismo en el juego mientras que Dioni y Héctor Hernández, centrados en la 'pelea' con los centrales rivales, no tenían mucha presencia con balón, pero ejecutaban un papel fundamental.

No hubo muchas más ocasiones. El peligro para la Cultural llegó en dos córners consecutivos en los que primero Éric Montes y luego Rodas y Héctor Hernández, pudieron poner el segundo ante una defensa asturiana que empezaba a ver como los leoneses, también en su juego, les igualaban y superaban.

Con sensación de poderío y no de no haber sufrido, de tener el partido controlado, la Cultural se fue al descanso por delante mientras el campo empezaba a estar más blando y a ser cada vez más difícil rasear la pelota.

No cambió la Cultural tras el paso por vestuarios. El plan y la lectura sieguía siendo la misma, la necesaria para este partido donde el conjunto leonés se había puesto el mono de obra para trabajarse este importante triunfo en tierras luanquinas.

Con ese mismo guión, llegó el segundo tanto culturalista. De nuevo la banda derecha fue quien llevó el peligro para que Toni Abad pusiera un balón atrás que taponó la defensa local. El balón quedó 'atrapado' en el área pequeña, lo ganó Héctor Hernández y remató de primeras, con el exterior, para rematar al segundo palo y colocar el 0-2.

Este gol dio todavía más tranquilidad y confianza a la Cultural. Los leoneses estaban ganando casi todos sus duelos, ocupando cada espacio y estando omnipresentes. Era un partido coral, no vistoso, pero sí de gran valor para los planes de Idiakez, que estaba poniendo a prueba un nuevo registro de su equipo con resultado satisfactorio.

El hambre y la ambición de la Cultural, renovada con la llegada de Idiakez, seguía presente en Miramar. El equipo no sufría apenas y buscaba el tercero, que lo tuvo Héctor Hernández, animado con su gol, tras un gran envío de Pipo, mandó el balón al larguero.

El partido se puso todavía más de cara para los leoneses con la segunda amarilla de un exculturalista, Nacho Matador, por una falta en la medular sobre Dioni. Idiakez buscó cerrar el partido con la entrada de Rovirola, en un gran momento de forma, y Ciampichetti, que debutó en Miramar en Segunda B tras hacerlo en Copa del Rey el pasado miércoles.

Buscó el tercero la Cultural, con un centro de Luque que no llegó a rematar Ciampichetti y un disparo desde la frontal de Dioni. Pero el cuadro leonés tenía el partido bajo control, con un Marino ya prácticamente rendido y el conjunto blanco durmiendo el encuentro, para que llegase el final del mismo sin contratiempos.

Tuvo Dioni un par de acercamientos más con peligro que no pudo concretar en un partido que dejó muchas conclusiones, y todas positivas, en una Cultural que se va a dormir líder. El oficio y la contundencia, con ese orden en defensa y el acierto en ataque han sido la receta del conjunto leonés que ha demostrado tener distintos registros y saberse adaptar a las circunstancias.