Nuevo empate del Abanca Ademar lejos del Palacio

Partido de alto voltaje en el Pabellón Anaitasuna. Abanca Ademar y Helvetia llegaban con mucho en juego al partido y así se evidenció en todo momento. Tras una primera mitad donde los maristas consiguieron hacer más daño y llegaron a ponerse cuatro arriba, el segundo acto se mantuvo ajustado en todo momento hasta llegar a la conclusión con tablas (24-24).

Empate que dificulta las aspiraciones europeas, aunque todo se decidirá en los dos últimos enfrentamientos directos ante Atlético Valladolid y Ciudad de Logroño.

Los de Dani Gordo llegaban a Pamplona condicionados por las múltiples bajas que siguen azotando al conjunto leonés jornada tras jornada. Popovic, Álex Lodos, Rodrigo Pérez y Sergio Sánchez se quedaron en León por sus respectivas lesiones, obligando a dar entrada a la convocatoria en su lugar a dos canteranos como Álvaro Fernández y Raúl García Llamazares.

El encuentro era una guerra de poder a poder entre dos equipos que, aunque peleaban por objetivos muy distintos -Europa y la permanencia-, lo cierto es que ambos se jugaban mucho.

La salida a la cancha fue muy pareja, con buenas defensas iniciales y un primer parcial igualado (2-2). Empezó a tomar las riendas Abanca Ademar y se adelantó a través de Carlos Álvarez, que venía mostrando una versión algo menos goleadora en los últimos partidos, pero dejó claro que quiere seguir luchando por ser el máximo goleador con sus tres tantos en siete minutos (2-4).

Ambos equipos aceleraron el ritmo con un intercambio de golpes en el que siempre lideraban los maristas, sostenidos por el acertado lanzamiento exterior de Wasiak y Marwan desde los laterales (7-10). Tras el buen hacer de Álvaro Pérez en el partido de ida y ante la poca aparición de Saeid en los primeros minutos -condicionado por sus molestias en la muñeca-, Dani Gordo brindó una nueva oportunidad al joven vallisoletano.

Sin embargo, fue una primera parte en la que no destacaron en exceso los guardametas, más allá de un siete metros parado por el portero marista. El rendimiento defensivo de los visitantes, en general, estaba siendo bueno, para impedir que los navarros llegarían a los seis metros con facilidad.

Llegarían a ponerse cuatro por encima los de Dani Gordo, pero dos parciales de 0-2 en un tramo de menor desempeño ofensivo marista volvió a equilibrar el marcador (11-12). La diferencia sobre el campo era notable entre ambos equipos, pues el Abanca Ademar conseguía hacer daño con facilidad, mientras que Anaitasuna tenía serias dificultades para no permitir que se distanciaran los maristas. Finalmente, al descanso se llegaría con una renta de dos goles por parte del cuadro visitante (13-15).

Benites -3 goles- y Carlos Álvarez -6 goles- estaban siendo las piezas más destacadas de un equipo leonés que dejaba la sensación de poder irse en el marcador aprovechando algún tramo de mayor lucidez, aunque no debían confiarse para evitar unos minutos finales como los de la ida, en los que casi acaban desperdiciando su renta.

La segunda parte comenzó igual que la primera, con los primeros ataques infructuosos por parte de ambos conjuntos y, en consecuencia, tanteadores iniciales bajos. Edu Fernández, al que le estaba costando aparecer en los lanzamientos más de lo habitual, se estrenó ante su ex equipo para volver a aumentar la renta a tres (14-17).

Ambos conjuntos tenían oportunidades de acercarse y distanciarse en el marcador respectivamente, pero ninguno de ellos estaba demasiado acertado en ataque y las distancias seguían siendo cortas, aunque siempre con dominio visitante (17-19). Álvaro Pérez pasó a ser protagonista con paradas de mérito para evitar la igualada de Anaitasuna, que había subido el ritmo por la necesidad de dar un paso adelante en el partido.

Coincidiendo con una exclusión de Alberto Martín y el primer penalti fallado por Carlos Álvarez en el partido, los locales, respaldados por su público, siguieron acercándose en el marcador hasta poner el empate por primera vez desde el 1-1 (20-20). No se quedaría ahí, pues acto seguido el mismo Ganuza puso al cuadro navarro por delante (22-21).

El ataque ademarista, con Miñambres al frente de las operaciones, se estaba atascando más de lo habitual y eso presagiaba un final muy igualado. Con un nuevo siete metros a favor, esta vez sería Wasiak el encargado de lanzarlo y transformarlo para devolver al equipo de Dani Gordo al dominio en el marcador (22-23).

En un momento de máxima tensión, con empate en el marcador a falta de cinco minutos, un lanzamiento de Wasiak a la cara del portero supuso la expulsión del jugador visitante, incrementando así los problemas en clave marista. A pesar del buen hacer de Álvaro Pérez, el portero no pudo evitar que los locales volvieran a adelantarse (24-23).

Los nervios estaban a flor de piel por lo que había en juego y se llegó al último minuto con empate. Anaitasuna desperdició su posesión sin lanzar a puerta y, a falta de doce segundos, Dani Gordo solicitó un tiempo muerto para su último ataque, pero todo acabó con una falta en ataque antes de la conclusión definitiva. Reparto de puntos tras una segunda parte de máxima igualdad.