Los pueblos olvidados de Barrios de Luna emergen entre las escasas aguas del pantano
El embalse de Barrios de Luna, con apenas un 9% de su capacidad de almacenamiento cubierta, muestra estampas singulares en los últimos días | Los restos de Arévalo, Campo de Luna, La Canela, San Pedro de Luna, Santa Eulalia de las Manzanas se dejan ver con la sequía
De los 308 hectómetros cúbicos de capacidad con los que cuenta el pantano de Barrios de Luna apenas quedan 29. El resto se han ido consumiento mientras la capacidad de recuperación del mismo es prácticamente nula.
Publicidad
En esas condiciones uno de los pantanos más importantes de la provincia tan solo cubre el 9,4% de su capacidad.
Durante la última décda, en las mismas fechas, el nivel de las aguas en este mismo pantano alcanzaba el 25%.
Estampas poco habituales
Con el nivel hídrico en mínimos Barrios de Luna ofrece a quienes pasan por el lugar estampas muy poco habituales. En los últimos días, por ejemplo, los restos de localidades como Arévalo, Campo de Luna, La Canela, San Pedro de Luna o Santa Eulalia de las Manzanas han dejado ver sus restos y sus recuerdos.
Es la memoria viva y escondida de una comarca que no quiere olvidar sus recuerdos, y que rinde de modo singular memoria a quienes formaron parte de su historia.
Compuertas cerradas en 1951
El proyecto del embalse de Barrios de Luna databa de mediados de los años 30 y lo detuvo la Guerra Civil. En 1945 pasó del papel a la realidad y el 15 de junio de 1951 se cerraron las compuertas del embalse acometiendo la inundación de más de una quincena de poblaciones.
Mientras subía el nivel de las aguas, bajaba el número de habitantes. En los años en que la sequía vuelve las aguas a su cauce, a ese hilo que fluye por el fondo del valle y que se conoce como Río Grande o Luna, aparecen los restos de los pueblos que ahora son visibles como lo eran en el pasado.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión