Bombón, el semental más caro de España, se queda en León

El pasado sábado 21 de junio, Villablino se convirtió por primera vez en sede de la Subasta Nacional Asturiana de los Valles, una cita ganadera de primer nivel que hasta ahora solo se celebraba en localidades como Mieres, Cangas del Narcea o Salamanca. El evento reunió a numerosos ganaderos y visitantes en el recinto preparado para la puja de 13 cabezas de ganado de alta calidad, todas con edades comprendidas entre los 12 y 16 meses.

La jornada resultó especialmente significativa para la provincia de León, ya que los dos sementales más caros de la subasta, valorados en un total de 13.150 euros, se quedaron en la zona. Uno de ellos fue adquirido por Víctor, ganadero de La Casona, en Sena de Luna, quien vivió la experiencia por primera vez como comprador y se llevó a Bombón, el más caro de la edición.

«Fui presencialmente a Villablino con una tarjeta de la asociación y me metí a la subasta, no sabía cuánto iba a gastar porque es una subasta abierta. El precio de salida iba desde los 1.800 y llegué hasta los 6.600 euros», explica Víctor, que asistió para poder valorar a los animales en persona.

Tras analizar varias opciones, se decidió por un ejemplar que le habían recomendado por su procedencia: «Me dijeron que venía de una ganadería muy buena en Asturias, y cuando lo vi en directo me convenció».

La elección no fue fácil, ya que había otro ejemplar que también le interesaba, pero finalmente el segundo fue adquirido por otro comprador y llevado a Babia. «Ese salió por 6.550 euros, pero al ser en Villablino, me quedaba más cerca este», comenta satisfecho.

Víctor destaca las cualidades que más valoran los ganaderos a la hora de elegir un semental: «El color, la cabeza, el tamaño, que sea fino de hueso y que venga de buena ganadería. Todo eso es clave para mejorar la genética del ganado». En su caso, planea incorporar al semental a su explotación, compuesta por unas 400 cabezas entre vacas y crías, para reforzar la calidad.

Aunque era la primera vez que esta subasta se celebraba en Villablino, la organización siguió el formato habitual: los animales se presentaron el viernes y la subasta se llevó a cabo el sábado. El acto pudo seguirse tanto de forma presencial como online, lo que permitió ampliar la participación y el interés.

Uno de los terneros subastados incluso procedía de Lumajo, una localidad cercana a Villablino, lo que dio un carácter más local y emotivo a la cita. «Un ternero que saque ese dinero es un privilegio, y da prestigio tanto al animal como a su ganadero», comenta Víctor.

Temas

• Villablino