El girasol pierde un 9% de superficie en un año optimista en cuanto a producción

El girasol ha perdido alrededor de 26.510 hectáreas con respecto a la campaña anterior, según las estimaciones de superficie realizadas por la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural en este mismo mes de julio.

De este modo, se pasa de 373.564 hectáreas a las 269.309 actuales, con una bajada generalizada en todas las provincias. Por ejemplo, en Burgos ,que es la zona en la que más girasol se siembra, se pasan de 68.628 a 66.281 hectáreas; Palencia pierde más de 8.000 quedándose en 40.099 y Ávila que es la que menos terreno dedica a este cultivo, no supera las 3.733 hectáreas frente a las 5.326 del año anterior.

Joaquín Ortiz, del Servicio Agronómico y de Cultivos de Acor, esgrime varias posibilidades para justificar ese descenso de más de un 9%: «Quizás la causa principal sea de tipo rotacional, el agricultor como viene siendo habitual tiene la alternativa ya configurada y planteada con anterioridad». Tampoco deja de reconocer que ha sido un año favorable desde el punto de vista agronómico para otros cultivos, «de ahí que posiblemente, puesto que esta bajada de hectáreas se ha producido en todas las provincias, se ha manifestado en mayor medida en las zonas tradicionalmente girasoleras». Incluso «puede que las precipitaciones acumuladas durante buena parte de la primavera en algunas zonas no hayan permitido realizar la siembra en el momento adecuado y han desestimado llevar a cabo la misma».

En lo que a la cosecha se refiere, el experto manifiesta que las condiciones climatológicas favorables antes de la primavera y durante la misma «incitan a ser optimistas de cara a la cosecha puesto que la implantación y el desarrollo del cultivo invitan a ello » , esperando así, «mejoras de producción con respecto a los últimos años, al menos en secano que es donde se establecen buena parte de la superficie del girasol » . Falta más de un mes para que las cosechadoras comienzan a entrar en las tierras, «en líneas generales el cultivo se encuentra prácticamente en el ecuador o punto de inflexión de su ciclo, en plena floración o comenzando la maduración de la pipa».

Ortiz concluye que el del girasol «es un cultivo interesante tanto desde el punto de vista agronómico como económico dentro de la rotación de las explotaciones» entendiendo que «permite obtener una sostenibilidad económica de las mismas aportando un valor añadido a la actividad que se viene realizando». En el caso de los socios de Acor recuerda que el precio mínimo garantizado de contrato es de 320 euros por tonelada para girasol convencional y 350 euros para girasol alto oleico.