EBAU 2020: La 'nueva normalidad' no entiende de nervios
2.300 alumnos (un 36% más que en 2019) se enfrentan a los exámenes de la EBAU en una convocatoria novedosa, algo extraña y con mayor número de opciones en las respuestas
Sentadas en corro, un grupo de estudiantes aguarda para entrar en las aulas. No repasan la lección apuntes en mano, pero alguna deja caer las dudas de última hora. Las respuestas no ayudan mucho minutos antes de la prueba. La suerte está echada y las horas de estudio no faltan.
«Al principio tienes muchos nervios, pero luego te sientas y ves que es un examen más como los que hacemos siempre», comenta una de ellas, explicando que si la mascarilla agobia los profesores «nos dejan bajárnosla un poco».
2.300 alumnos llenan durante la mañana de este miércoles las zonas ajardinadas del Campus de Veganaza para cumplir con la EBAU, la prueba que decide el paso a la universidad de los estudiantes que han cursado 2º de Bachillerato.
Es innegable que este año es especial. Los repasos de última hora son mascarilla en ristre, hay que guardar la distancia y los exámenes se hacen en más de 40 aulas del Campus.
«La singularidad de la prueba EBAU de este 2020 se centra en una palabra: optatividad u opcionalidad», explicaba María Esther Seijas Villadangos, directora de Acceso y Promoción de Estudios.
Ahora el abanico de opciones es mayor. Por ejemplo, en el examen de Lengua Castellana, una de las preguntas de literatura en vez de una o dos opciones, tiene tres. «Con esto lo que se está atendiendo es a la gente con menos recursos que no ha tenido las mismas posibilidades educativas durante el confinamiento», defendió Ana Isabel García Pérez, vicerrectora de Estudiantes de la Universidad de León.
Preparación
Desde el punto de vista de las infraestructuras, el Campus cuenta con nueve secciones, tres de ellas con dos subsecciones, lo que da lugar a más de cuarenta aulas. El número de correctores se ha incrementado un 40% con respecto a 2019, creciendo también los estudiantes en un 36%.
La preparación no ha dejado cabos sueltos. «Ha sido minuciosa desde el vicerrectorado, llevamos los tres meses de pandemia trabajando y hay que destacar la colaboración con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, la contratación de más seguridad y la coordinación con los centros de enseñanza secundaria», explicó María Esther Seijas, que apuntó a que este año está teniendo lugar «la EBAU más serena y más tranquila de todas».
Uno de los alumnos que aguardan a la entrada de la Facultad de Derecho no duda en explicar la situación. «Yo busco aprobar porque precisamente quiero aprobar Derecho; de momento va bien, a ver Historia si no me lía...», comenta entre risas.
La suerte está echada entre mascarillas, distancia y nervios, que este año parecen ser menos. Cosas de la 'nueva normalidad'.
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