Borrar
Víctor Cea, durante la entrevista. N. Brandón
Víctor Cea, el informático que navegó hacia un banquillo

Víctor Cea, el informático que navegó hacia un banquillo

El nuevo entrenador de la Cultural y Deportiva Leonesa ofrece a leonoticias su entrevista más personal | El técnico madrileño ha repasado su profesión, antes de pasar a ocupar los banquillos, cómo tomó la decisión y qué espera de su nueva etapa en León

RUBÉN FARIÑAS

León

Martes, 31 de julio 2018

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Una persona educada, amable y sencilla. Se ha tenido que labrar su vida y su profesión con esfuerzo, desafiando a las proposiciones y la informática, para participar de aquello que ama.

Víctor Cea, el nuevo entrenador de la Cultural y Deportiva Leonesa lleva la mitad de su vida en un banquillo y esto es complicado cuando apenas has soplado 34 velas.

Ha querido recibir a leonoticias en su nueva casa, el Reino de León, y aquí ha mostrado su lado más personal, aquel que queda detrás del área técnica.

-¿Qué sentimiento te genera el Reino de León?

Muchas ganas del primer partido; el Reino de León lo mas lleno posible y mostrando un juego que entretenga y distraiga a la afición.

-¿Quién es Víctor Cea?

Una persona apasionada por el fútbol; para mí el fútbol es mi vida y vengo a dar las 24 horas del día para la Cultural y crecer de la mano de la Cultural.

-¿A qué te dedicabas antes de ser entrenador?

Llevo entrenando desde los 17. Compaginaba jugar con mi profesión que era informático. Me dedicaba a ello y lo compaginaba con jugar y entrenar hasta que dejó de ser compatible. Di el paso en ese momento, era un poco locura y una decisión complicada porque mi profesión era estable y bien remunerada, y la de entrenador no era así También es verdad que era mi pasión y entendí que era mi momento. No me arrepiento de tomar la decisión.

-¿Alguna relación entre la informática y el fútbol?

Te da ventajas en algunas cosas. En definitiva, estudié informática porque en mi familia era común, cercano a lo que vivía desde pequeño, pero no era mi pasión. Era un medio para poder llegar a lo que me llenaba, que es entrenar.

-¿Cuándo se lo dices a tu familia?

En ese momento era una circunstancia complicada. Mi profesión de informática me exigía desplazarme fuera de Madrid durante tres semanas y dejar de entrenar al equipo, que llevaba cinco meses de impagos, y no era categoría profesional. Me resistía a dejar de entrenar porque tenía un compromiso con 20 futbolistas y era tan importante como el compromiso laboral. Fue un pequeño empujón a algo que venía pensando y dando vueltas en mi cabeza; y algo perfecto porque hoy me dedico a lo que me llena, me satisface y mi pasión.

-¿Y a quién le pediste consejo? ¿Quién fue tu referente?

Escuché a mi familia, mis padres, algún amigo que valoro mucho su opinión para ver si lo veían de la misma forma que yo. Creo que aunque no lo hubieran visto también hubiera dado el paso. Pero ellos, con cierto temor, me dieron la aprobación.

-Eres persistente en las ideas…

Intento hacer un trabajo previo como para tener los suficientes argumentos y generar una idea cerrada. Si, a partir de ahí, alguien me argumenta de mejor manera lo que sea pues no creo que deba encasillarme; pero sí intento tener ideas claras a partir de fundamentos importantes

-Tu primer día en León, ¿cómo fue?

El primer día fue la presentación. Vine en coche con el cuerpo técnico y mi mujer. Un día que recordare siempre, muy especial, llegué a un club espléndido y con una oportunidad tremenda. Un día bonito.

-¿Qué significa para ti el Barrio del Pilar, de Madrid?

Un lugar donde he pasado 4 años de mi vida, donde he crecido como persona y a nivel profesional. Donde dejo gente que ya no considero amigos sino familia y un lugar donde espero que vayan siempre las cosas de la mejor manera.

-¿Y León?

Empieza a ser mi hogar, mi casa. Pensaba que era un proceso que iba a tardar más en sentirlo pero en apenas tres semanas me siento así. Me siento bien en la ciudad, integrado, muy cómodo y mi familia igual; y un lugar que espero y deseo que se acabe convirtiendo en mi familia.

-¿Cómo es un día en tu vida en León?

Levantarme muy muy pronto, empezar a pensar en el equipo y acostarme muy muy tarde pensando también en el equipo y trabajando. Hasta ahora, poco tiempo para conocer la ciudad o pensar en ocio, y mucho en, no el trabajo, sino en mi vida –el fútbol-, así que disfrutándolo.

-¿A qué aspiras en esta nueva etapa?

A crecer de la mano del club, ayudar a crecer al club y yo hacerlo de igual manera. A aprender y ayudar a que otros aprendan. Soy responsable de que el equipo crezca pero también de mejorar y cada vez aportar más a la Cultural.

-17 años entrenando, ¿cuál es el peor recuerdo?

Seguro que ha habido malos pero ahora solo se me vienen a la mente los buenos. He tenido la suerte de vivir muchos buenos y esos son los que se me vienen a la mente y espero que siga siendo así y sea el año de un recuerdo muy bueno.

-¿Y el mejor?

Hay momentos como el ascenso de hace dos temporadas; el día que veo que es realidad y soy entrenador de la Cultural. Ha habido días especiales y esos los guardo con cariño.

-Por edad, estilo o peinado… ¿tienes miedo a que la gente te compare con Rubén de la Barrera?

No es algo que me preocupe. Rubén es un entrenador fantástico y aquí lo ha demostrado. Yo espero demostrar mi capacidad, mi trabajo; y cada entrenador tiene matices e ideas. Yo quiero hacer camino con la Cultural y que se me vaya conociendo.

-¿Eres el nuevo Rubén de la Barrera?

No hay que caer en una comparativa. Cada persona es un mundo, con virtudes y defectos. Él y yo los tenemos. Somos diferentes y no hay que entrar en comparativas.

-Y, ¿con qué sueña ahora Víctor Cea?

Sueño con mañana hacer el mejor entrenamiento posible, de la forma más productiva y que mañana el equipo haya crecido con respecto a ayer.

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios