
Secciones
Servicios
Destacamos
Tienen una visión del mundo y una percepción del tiempo diferente a la nuestra. Lo que para los adultos fue algo parecido al infierno para ellos fueron casi como unas vacaciones: «El confinamiento no me pareció mucho tiempo porque estaba jugando con mi hermano. Fue como un puente largo», recuerda Noa Lizarralde. Ahora tiene 10 años y en marzo de 2020 tuvo, como el resto de sus compañeros, que quedarse en casa para protegerse de un virus hasta ahora desconocido.
El covid llegó hace cinco años para cambiar la vida de estos ocho niños del Colegio Leonés que ahora recuerdan todo con más nitidez. En marzo de 2020 tenían entre 5 y 9 años y ahora son «mucho más mayores» y más conscientes de todo lo que pasó: «Cuando estábamos encerrados en cuarentena yo nada más levantarme ya tenía que estar con el ordenador unas dos horas. ¿Era cansado? Sí, pero tenía que hacerlo, no había otra», comenta Saúl Carnicero, de 11 años con cierta resignación.
De un día para otro su vida cambió y no entendían la razón. Eran demasiado pequeños para comprender los peligros de una pandemia pero no por ello vivieron la cuarentena de una manera aislada. Saúl se enteró por las noticias pero Cristian Garrido que tiene 12 años, «para 13», matiza, no recuerda mucho cómo fueron aquellos primeros días: «Sé que me decían que era un tipo de catarro fuerte que podía hacerte mucho más daño que uno normal». Mientras que a Ángela Curieses, que también va a 1º de la ESO, le contaron «que era un bicho que va por ahí matando gente entonces había que quedarse en casa porque igual lo pillabas y pasaba algo».
Noticias relacionadas
Les dijeron que era como un «catarro pero más fuerte», «un virus que mataba personas» y que había que tener mucho cuidado con la gente mayor: «Pero como éramos pequeños tampoco pensabas en eso», afirma Carlota Villa, estudiante de 2º de la ESO..
Lo que todos tenían claro era que había que quedarse en casa: «Para no contagiarte ni contagiar si lo tenías» recuerda Noa.
«Fue un poco agobiante, pero a la vez divertido porque estabas en casa con tu familia. Yo jugaba mucho con mi hermano y como tengo perro pues también se pasó mejor pero cuando empezó a pasar mucho tiempo ya era un poco agobiante porque no podías salir a la calle», comenta Carlota, que por aquel entonces tenía 8 años.
Lucas Lorenzana que tenía su misma edad en 2020 reconoce que no pasó miedo, no como Daniel Carrasco que sí que lo tuvo: «Yo miedo no pasé porque es una cosa que si la pillas al principio puede ser muy fuerte pero si ya la pillas que está medio controlada no suele pasar nada, es muy raro», reconoce con cierta valentía.
Recuerdan hacer dibujos, deporte, vídeos, deberes, postres o salir a aplaudir a las 20:00 horas: «Yo estaba en el puelbo, en Congosto, y allí no había nadie y salías a jugar y una vez fuimos a hacer pan con los vecinos», recuerda Carolina García de 11 años.
Recuerdos que quedarán para siempre marcados en su memoria y que han querido compartir con todos los lectores de leonoticias para dejar constancia de todo lo que supuso para ellos.
Publicidad
Álvaro Soto | Madrid
Jon Garay y Gonzalo de las Heras (gráficos)
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.