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La exposición muestra diversos ingenios hasta ahora guardados en el cajón. Inés Santos

La Universidad desvela su secreto

La antigua Escuela de Minas se llena con las muestras e ingenios de Ciencias Naturales que la institución académica guardaba en sótanos sin tener constancia siquiera de su existencia

Nacho Barrio

León

Miércoles, 19 de febrero 2020, 11:28

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En la Universidad de León muchos creían que el caballo de Auzoux estaba perdido. Que en algún traslado, este modelo revolucionario de 1860 con el que se estudiaba anatomía animal hasta hace treinta años, había desaparecido del mapa. Años de desconocimiento hasta que hace no tanto llegó su hallazgo, que no solo supuso una evidente alegría, sino que fue el impulso para ir más allá.

Meses más tarde del plan inicial, la Universidad de León ha abierto este miércoles en la antigua Escuela de Minas un museo peculiar.

Contando con un sinfín de colecciones, la institución académica ha dado el apaso adelante de musealizar su 'tesoro'. Numerosas colecciones (que incluyen muestras de más de 20.000 mariposas), ingenios, piezas, equipos y modelos para estudio componen este nuevo museo universitario en el que, como no podía ser de otra forma, el caballo de Auzoux recibe en la sala principal.

«Es el que se usaba en en la enseñanza y es maravilloso, tiene un detalle increíble y se puede desmontar», explicaba el rector, Juan Francisco García Marín, durante la visita inaugural.

El Rector ha comentado que «se han recogido numerosas piezas y equipos de enseñanza de hace muchos años y, como sería imposible mostrarlas todas, se ha seleccionado material».

¿Qué tiene el nuevo museo?

En una de las salas de exposición se recrea un 'Gabinete de Ciencias' de mediados del siglo XIX, donde se exponen colecciones históricas científicas y educativas. Se muestran 58 láminas murales zoológicas, 24 modelos anatómicos humanos, 53 modelos anatómicos zoológicos, 10 modelos anatómicos botánicos, 42 modelos a escala de animales domésticos, 25 disecciones preservadas en fluidos, 25 esqueletos, 123 aparatos e instrumentos científicos, y otros variados recursos educativos utilizados en un pasado en nuestra institución educativa. Son destacables en esta sala la colección de 35 modelos clásticos del Dr. Auzoux (entre los que se incluye el emblemático caballo anatómico), las 16 litografías zoológicas de Paul Pfurtsheller, los 5 modelos botánicos de Robert Brendel, las réplicas a escala de animales domésticos de Max Landsberg (42 modelos), una máquina eléctrica de Ramsdem fabricada en París por J. Grasselli en 1858, así como otros tesoros educativos que están en proceso de restauración y documentación.

En la segunda sala se puede contemplar una colección científico-educativa cuya temática son los artrópodos. El cuerpo principal de esta exposición se nutre de la colección de mariposas donada por Francisco Murciego, con aproximadamente 25.000 ejemplares procedentes de todo el mundo.

En la actualidad la ULE dispone de seis almacenes visitables, ubicados en diferentes espacios de la Universidad (Facultad de CC. Biológicas y Ambientales, Centro de Idiomas y edificio de la antigua Escuela de Minas). Todos sus fondos se agruparán en el futuro Museo de colecciones de la Universidad de León (MULE), actualmente en construcción.

También se ha referido a la impresionante colección de mariposas donada por Francisco Murciego, y se ha mostrado convencido de que el museo «es muy interesante y gustará a todos lo que acudan a visitarlo».

Acompañado del decano de Biológicas, Antonio José Laborda, el conservador del Servicio de Colecciones de la Universidad, Luis Miguel Fernández, fue explicando cada pieza del museo con el mimo propio de quien se ha volcado en una idea desde el principio.

Ha sido el conservador quién se ha referido a la labor de recuperación que se lleva a cabo. «Estamos despertando los objetos que estaban dormidos, -ha dicho-, que ahora cuentan multitud de historias». Para Fernández Blanco se trata de piezas de gran valor, que han sido hechas por auténticos artistas, más que artesanos, que decidieron en su día «poner la anatomía a disposición del público en general, en una época en la que era muy difícil realizar una disección. Tenemos colecciones anatómicas, de instrumentos y aparatos científicos de laboratorio, para ver la física y la química real, -ha concretado-, y nuestra idea es que además de recuperarlos, se puedan ver en funcionamiento, en las visitas que se irán organizando».

Por su parte, Antonio Laborda ha explicado la historia de la colección y se ha remontado al 2007, cuando «siguiendo una tradición europea que surgió en ese momento, que pensaba que las universidades se iban a diferenciar por sus museos, se creó el Servicio de Colecciones Zoológicas CZULE, con el fin de recuperar el patrimonio zoológico de la institución, catalogarlo, potenciarlo y ponerlo a disposición de la comunidad universitaria y del público en general, para tareas de docencia, investigación y divulgación».

Un auténtico museo que da valor a la universidad y que puede visitarse en grupo con cita previa, para conocer y zambullirse en un secreto que descubrir de primera mano.

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