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Descendimiento del Cristo del Desenclavo a las puertas de San Isidoro. Irene de Celis

El Hombre desciende de la cruz

La procesión del Santo Cristo del Desenclavo vuelve a escenificar un acto magnifico y lleno de solemnidad alrededor del descenso del cuerpo de Cristo de la Cruz en la tarde de Sábado Santo

I. Santos

León

Sábado, 8 de abril 2023, 21:43

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Con paso firme y emoción contenida la procesión del Santo Cristo del Desenclavo se disponía a entrar en la plaza de San Isidoro para celebrar el acto central del que es su día grande. El sol volvía a brillar en el cielo y a pesar del calor, leoneses y visitantes se agolpaban en la plaza para no perderse el acto que pondrá fin a la imagen de Jesús en la Cruz.

Encabeza la procesión la Ronda anunciando, a golpe de sonidos fuertes, la llegada del crucificado. Todo es un guión perfectamente marcado, estudiado y ejecutado. El Cristo del Desenclavo abre la procesión en compañía de algunos papones de la cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y Animas del Santo Malvar es una hermandad sacramental católica de la ciudad de León, fundada en 1663. 

El Desenclavo

Situado en la Puerta del Perdón, la talla articulada en madera, con ojos de cristal, dientes de marfil, tamaño algo superior al natural y con gran expresionismo espera ya su descendimiento del madero. La obra fue esculpida por el leonés Manuel López Bécker en el año 2000.

No tardaba en hacer acto de presencia Nuestra Madre María Santísima del Desconsuelo, la otra protagonista de la jornada. Una talla con una estética totalmente distinta a las anteriores, que ofrece un rostro fresco y reposado con los brazos extendidos portando un rosario. Una Madre desconsolada que lleva la tristeza y desgarra el corazón de los presentes en una tarde de dolor.

Acto del Desenclavo frente a la Puerta del Perdón de San Isidoro.

El Desenclavo, el acto que encoge el corazónVer 67 fotos

Acto del Desenclavo frente a la Puerta del Perdón de San Isidoro. I. Santos.

Y siguiendo ese guión del que nunca se salen, el que está hecho al compás de los latidos de los centenares de corazones que observan la escena los hermanos desenclavadores le quitaron la corona de espinas mientras las hermanas, entonaban el Canto de las Llagas, otro ejemplo más del afán de rescatar del olvido la tradición. Ya que se trata de unos versos cantados relacionados con el Desenclavo de Cristo, recuperados en los inicios de la Cofradía que 1992.

Delicadeza, silencio, austeridad

Bajo el silencio de la plaza, donde no se oye ni un susurro, siguen los hermanos retirando los clavos y finalmente, cuando liberan sus santos pies, descienden con un sudario el cuerpo del Hombre.

Con delicadeza, con cuidado y con respeto y pasión, los hermanos presenta el cuerpo de Jesús tras ser desenclavado y se lo presentan a su Madre. Uno de los momentos de más emoción del Sábado Santo en la capital leonesa. La Virgen hizo una reverencia a su hijo y los cofrades lo colocaron en la urna que había llegado vacía a la plaza.

En el trono donde se levanta la Cruz vacía del cuerpo descendido, se coloca ahora la imagen de una Piedad, la Virgen con su hijo muerto en el pecho que irá delante del túmulo representando el momento en que María recoge el cuerpo de su hijo recién descendido para llevarlo al sepulcro.

Una vez concluido este momento culmen, el cortejo reanudó la procesión, para finalizar, de nuevo, en la Iglesia de Santa Marina. Fieles testigos del acto fueron la Muy Ilustre, Real e Imperial Cofradía del Pendón de San Isidoro y el Cabildo Isidoriano. Así como diferentes autoridades civiles y militares que se dieron cita ante la puerta del Perdón de San Isidoro.

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