Borrar
Pedro González (D) e Iván Rodríguez (I), integrantes del equipo No Limits Bierzo Raid Team.

Ver fotos

Pedro González (D) e Iván Rodríguez (I), integrantes del equipo No Limits Bierzo Raid Team. César Sánchez

La aventura solidaria de la superación

Los bercianos Pedro González e Iván Rodríguez participan en el Oasis Raid, una prueba que repartirá material escolar, ropa de abrigo y artículos ortopédicos en varias zonas de Marruecos

Sábado, 23 de marzo 2019, 12:47

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Siete días entre las dunas del desierto de Marruecos, con la única ayuda de una brújula, un mapa y un libro de ruta. Ese es el reto que propone como punto de partida el Oasis Raid, una prueba de motor que celebrará su séptima edición este próximo mes de abril, en la que la parte más importante del evento no es la competición, sino la solidaridad con los habitantes más desfavorecidos de los territorios inhóspitos por donde se desarrolla la carrera, a los que se repartirá material escolar, ortopédico y ropa de abrigo.

Pedro González e Iván Rodríguez, dos amigos apasionados del motor residentes en el municipio berciano de Toral de los Vados, serán dos de los participantes en este raid solidario, que completarán con un coche adaptado a la discapacidad física que padece Pedro.

No Limits Bierzo Raid Team es el elocuente nombre con el que han bautizado a su equipo, que se marca el doble objetivo de llevar a cabo un proyecto solidario de ayuda humanitaria a la vez que se ensalzan las aptitudes de los colectivos con discapacidad, como demuestra Pedro con su presencia, que sigue el ejemplo de pilotos como Albert Llovera o Isidre Esteve. Hace casi 30 años, el 15 de febrero de 1990 , como recuerda con precisión, el berciano sufrió un accidente mientras cumplía el servicio militar, que lo abocó a continuar su vida a bordo de una silla de ruedas.

Su condición no le ha impedido continuar involucrado en acciones que mezclan deporte y solidaridad, a través de su participación en la Asociación de Discapacitados Físicos del Bierzo (Ambi), de la que fue socio fundador y primer presidente. Así, ha continuado practicando deportes adaptados como el esquí, el paracaidismo, el tenis, el tiro con arco o su gran pasión, los deportes de motor, de la mano de un equipo de kárting formado completamente por personas con discapacidad.

Fue allí donde conoció a Andrés Herrera, un antiguo integrante del equipo de la malograda piloto María de Villota, que fue el primero en sugerirle la participación en una prueba de este tipo.

Tras unos años en los que las diferentes lesiones que ha sufrido a causa de su intensa práctica deportiva han frustrado sus intentos de participar en la Oasis Raid, Pedro ultima estas semanas los preparativos para embarcarse en «una aventura diferente». La prueba, que se desarrollará entre el 18 y el 25 de abril, recorrerá paisajes y terrenos que pondrán a prueba la resistencia de los participantes y vehículos, por lo que, antes de partir, deberán preparar el coche para la competición, colocándole ruedas especiales y elementos mecánicos y de seguridad requeridos por la organización.

Al respecto, Pedro, que se encargará de pilotar durante la mayor parte de las etapas, explica que la adaptación de un coche a las necesidades de un discapacitado físico corre siempre por cuenta del usuario. En su caso, el sistema utilizado será «totalmente mecánico y muy básico, para poder solucionar cualquier problema que se presente». Su compañero de aventuras, que hará las veces de copiloto y mecánico, tiene experiencia en rutas con todoterrenos y será el encargado de las reparaciones o arreglos que sean necesarios. «Si hay que bajar a la arena, le va a tocar a él», explica Pedro con una sonrisa.

En ese sentido, el piloto del equipo afronta con optimismo el reto adicional que supone su condición con respecto al resto de participantes de la prueba. «Puede ser un hándicap, porque allí el tema de la adaptación no es como aquí, en algunas aldeas casi no hay luz ni agua corriente, y los 'riad' y 'haimas' en los que nos alojaremos seguramente no dispondrán de baño adaptado o rampas», explica Pedro, que se ha equipado con sillas plegables de playa para solucionar los posibles inconvenientes que se encuentre a la hora de ducharse. «Nos buscaremos la vida, lo que no pueda hacer yo, seguro que me echa una mano Iván o alguien de la organización», relata con confianza.

Reparto del material

Las campañas de entrega de material escolar, ortopédico y prendas de abrigo han sido el eje de la Oasis Raid desde su primera edición. De la mano de la asociación Felicidad Sin Fronteras, los participantes de la prueba repartirán su cargamento en las distintas aldeas por las que pase la carrera. Durante las semanas anteriores, los voluntarios de la asociación se encargan de hacer una prospección en las localidades que atraviesa el recorrido para detectar las distintas necesidades de las aldeas y las carencias de las escuelas de la zona.

Por eso, uno de los requisitos para participar en este raid solidario es llevar a bordo del coche al menos 20 kilogramos de material como mochilas, estuches, cuadernos, bolígrafos, calculadoras, prendas de abrigo, mantas, gorros, guantes, material deportivo, muletas, sillas de ruedas o pañales. En el caso del equipo berciano, el portaquipajes del coche irá equipado con más de 30 kilos de ropa «envasada al vacío para que ocupe el mínimo espacio posible», que ya han conseguido reunir gracias a las donaciones llevadas a cabo por empresas, colegios, supermercados y clubes deportivos de la comarca, así como por un importante número de personas a título particular. «Me ha sorprendido lo solidaria que es la gente», reconoce Pedro, encantado del éxito cosechado por la iniciativa solidaria.

Pese a que gran parte de Marruecos es una zona desértica que registra altas temperaturas, la cordillera del Atlas incluye algunas de las montañas más altas del norte de África, como el pico Toubkal, con sus 4.170 metros de altura sobre el nivel del mar, un ejemplo perfecto de zona susceptible para el reparto de la ropa. En cuanto al material ortopédico, el equipo berciano cuenta ya con diez pares de muletas. «Me gustaría llevar siete u ocho sillas de ruedas pero estamos supeditados al espacio del coche», lamenta Pedro, que agradece la colaboración de los distintos patrocinadores para hacer posible la aventura.

Para dar cabida a todo el material posible, una autocaravana de grandes dimensiones cargada de toda la ayuda humanitaria que quepa en su interior actuará como coche escoba de la prueba, cuya vistosidad se verá aumentada con la participación de coches clásicos junto a los modelos más modernos. «Tiene una parte competitiva, que recuerda a los raids de los siglos XIX y XX porque se completa sin tecnología a bordo del vehículo», explica Pedro, que matiza que la carrera cuenta con asistencia médica y mecánica, así como con una tecnología denominada 'spot' que permite a la organización y a cualquier persona, a través de una aplicación móvil, controlar en todo momento la posición de los participantes.

El 17 de abril es el día en que Pedro e Iván tienen previsto partir hacia hacia Estepona (Málaga), donde se reunirán los participantes para someterse a las verificaciones técnicas previas, antes de cruzar el estrecho de Gibraltar, desde Algeciras a Tánger. Ya en el continente africano, la prueba dará el pistoletazo de salida a una semana en la que arena, aventura, solidaridad y superación se mezclarán bajo el abrasador sol del desierto marroquí. «No va a ser la última vez que lo haga, eso lo tengo claro», avanza Pedro.

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios