Villanubla, una tierra convertida en un pueblo alfa

Villanubla mira al futuro. Quiere convertirse en la próxima década en un pueblo alfa. Pero, ¿qué es exactamente? Las ciudades alfa son aquellas que están conectadas a los principales estados y regiones económicos del mundo y a la economía global. Por ello, desde el Ayuntamiento de Villanubla trabajan para ser capaces de estar conectados con el mundo, por ejemplo, a través de su aeropuerto. Para seguir pensando como un territorio conjunto a la capital, Valladolid, y al mundo rural que les rodea. También apuestan por ser capaces de desarrollar un modelo de economía sostenible y circular que les permita mantener la esencia de «pueblo» como modelo de calidad de vida. Solo entonces, serán capaces de convertirse en uno de los pueblos alfa destacados de la Comunidad y del país para liderar un futuro mejor.

Como ciudad fronteriza que fue, en tiempos de ocupación árabe, y que es, en tiempos de una España rural olvidada, el patrimonio cultural de Villanubla es inherente a su territorio. El municipio fue parada y fonda de salida hacia tierra de campos y lugar de encuentro de caminos antes de llegar a la capital. Por eso quizás el patrimonio de los pueblos vecinos es el suyo. Y por eso quizás aquí está el aeropuerto: epicentro donde los destinos se reparten hacia la cultura y la tradición de todo el páramo castellano, de la vieja capital de la corte y de la gran capital mundial en que se ha convertido Madrid.

Hoy en día, la calidad de vida es una idea relativa porque hubo un tiempo en que se buscaba el trabajo y el esfuerzo como garantía de supervivencia y entonces se lograba el progreso de una familia o de un pueblo. Hoy en día, se mide este concepto a través del confort de los hogares, los servicios que brinda un municipio a sus habitantes y la protección social, sintiendo que el esfuerzo se ha convertido en un elemento que lastra el modelo. Demasiado esfuerzo parece rebajar las expectativas de una buena calidad de vida. Por ello, Villanubla es sin embargo, ejemplo de que el esfuerzo de sus comerciantes, empresarios y ciudadanos junto con el avance de la protección social y de los servicios están logrando posicionar al municipio como una garantía moderna de este concepto del que se va a comenzar a oír hablar.

Villanubla es un pueblo que vuela, que disfruta, lee y hace deporte. Por ello, el Ayuntamiento sigue como hoja de ruta un Plan de Dinamización desde el año 2023 con el objetivo de trabajar para sus vecinos desde una perspectiva de la sociedad como un ente en constante cambio.

Ese programa incluye un plan de deporte que trata de aunar la organización de las distintas instalaciones deportivas del municipio en una oferta municipal. Desde el Consistorio trabajan en colaboración con las distintas asociaciones y clubes para hacer crecer el interés por el deporte entre los jóvenes. Han diseñado un programa con diversas actividades que llenan las salas del Centro Cívico Deportivo. Villanubla está despertando y está orgullosa de los resultados que sus clubes van alcanzando a nivel individual o colectivo en las distintas competiciones provinciales o regionales.

En estos últimos tiempos se ha reactivado también el sector hostelero y comienza a haber una oferta amplia y para todos los públicos. El municipio cuenta con el bar Cafetín dentro del edificio del centro social frente a la iglesia y con la cafetería del centro de la juventud. Ambos, edificios públicos que aportan su granito de arena en cuanto al entretenimiento se refiere y que se completa con la oferta privada que ve como en este momento suma integrantes reabriendo aquellos que en el pasado cerraron.

La Casa de Cultura, el Centro de Ocio y la Biblioteca Municipal también son espacios imprescindibles en la vida cultural de la localidad. Estos edificios acogen desde cursos, hasta actuaciones de teatro, monólogos y charlas a talleres para los más pequeños.

Y no podemos olvidar hablar del paseo de la Fuente de los Ángeles, un privilegiado entorno por el que pararon vacceos, romanos, visigodos... hasta convertirse en asiento de eremitas, templarios y gentes de la Orden de Calatrava. Ni tampoco de la histórica base aérea -inaugurada el 28 de marzo del año 1938- que acogió procedente de Los Llanos (Albacete) en 1974 a la unidad de transporte Ala 37, con sus conocidos caribús y que el pasado año cumplió su cincuenta aniversario en Valladolid.

En definitiva, el Ayuntamiento de la localidad de Villanubla lucha cada día para no solo tener una población dormitorio. Quiere ser un pueblo alfa que le permita seguir volando a distintos destinos y conectar con las principales regiones económicas.

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