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María Fernández, Leticia López y Marisa Alonso son tres científicas leonesas. Ana G. Barriada

Vocación y frustración; las dos caras de las mujeres leonesas en la ciencia

Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia ·

En el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia 2022, tres mujeres científicas leonesas muestran en leonoticias la realidad de esta profesión que se convierte en pasión

Viernes, 11 de febrero 2022, 09:15

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«Es un trabajo precioso. No hay nada igual». Esta es la respuesta más extendida cuando se le pregunta a las mujeres científicas por su profesión; pero esta respuesta también tiene una cara B. «Es una carrera de fondo: conseguir proyectos, financiación y poder publicar. Si no publicas en revistas punteras, estás fuera del sistema», advierten.

Un trabajo arduo que requiere una dedicación constante y que lastra a las mujeres. «Es muy difícil la conciliación familiar y laboral. Por las horas que te exige, porque si te quedas embarazada pierdes unos meses que pueden ser fundamentales para tu carrera… Y porque no hay ayudas para poder ser madre y científica. Por eso muchas mujeres abandonan o no tienen hijos».

Hoy, 11 de febrero, se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Una iniciativa que tiene un doble objetivo: visibilizar el trabajo de las mujeres que se dedican a las áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) creando así referentes y conocer los diferentes factores que afectan a la situación actual de la mujer en dichas áreas.

La provincia de León es prolífica en el número de mujeres científicas. Tres de ellas son María Fernández Raga, Leticia López González y Marisa Alonso Núñez, especializadas en ciencias ambientales y física aplicada, bioquímica y epigenética y farmacia y bioquímica con proyectos de divulgación, respectivamente.

La situación de la ciencia en España

Aunque sus caminos son diferentes, las tres coinciden en destacar que la situación actual de la ciencia española es «difícil». «Falta mucha financiación, el apoyo a la ciencia ha caído en picado. Muchos investigadores españoles han tenido que irse al extranjero o salirse de la carrera científica porque no había posibilidades», así se pronuncia Marisa Alonso Núñez, licenciada en Farmacia y Bioquímica y doctorada en Microbiología a nivel molecular, lo que le permitió disfrutar de estancias en Nashville y Glasgow para pasar a realizar investigaciones sobre la división de las células en levaduras y su aplicación al cáncer en Manchester. Un periodo que cerró para regentar la farmacia familiar en Astorga donde se ha volcado en la divulgación, (a través de blogs como masticadores.fem) y en llevar a científicos de renombre a esta pequeña ciudad.

Leticia López González

Licenciada en Bioquímica, realizó su tesis doctoral en Epigenética. Tras la misma, realizó su estancia en Francia, estudiando el mismo campo pero al volver a España se encontró con el cuello de botella de la ciencia española: más doctores que plazas.

ASí encandenó pequeños contratos hasta que decidió dar el salto a la empresa privada, en concreto a Leica (la misma de las cámaras de fotos) donde optimiza laboratorios en los que se diagnostica cáncer.

«Corrijo procedimientos o diseño laboratorios nuevos, como en Arabia Saudí. Los laboratorios son espacios muy caóticos y se gana mucho tiempo y se aumenta la eficiencia», aclara.

«En la ciencia se te presupone que trabajas por amor al arte, no puedes exigir un aumento de sueldo y los horarios, no existen. Además, cuando llega el momento de querer una plaza hay un cuello de botella porque hay más doctores que plazas. Ahí tienes dos opciones: encadenar contratos pequeños o irte a la empresa privada. Yo me rendí y me fui a la empresa privada», de este modo se muestra Leticia López González quien tras estudiar bioquímica se especializó en epigenética para pasar a realizar estancias en Francia. Ahora trabaja para la empresa Leica, optimizando laboratorios especializados en detectar el cáncer a lo largo del mundo.

«A lo mejor no todo el mundo tiene que ser doctor. Hacen falta técnicos de laboratorio y auxiliar de laboratorio. En otros países hay más unión entre la empresa privada y la investigación, pero aquí no existe por lo que la investigación pública no produce beneficio económico», advierte López.

Publicaciones

«Lo que se consigue es con el esfuerzo de las personas. Hay mucha competitividad pero no solo a la hora de conseguir los proyectos, también de publicar. Las revistas están saturadas y es caro publicar en ellas. Si no tienes financiación, no puedes investigar pero tampoco publicar. Entonces estás fuera del sistema». María Fernández Raga, es quien califica así la situación de la ciencia en España. Ella estudió Ciencias Ambientales y realizó una ingeniería para pasar a trabajar en diferentes sectores (incluido el de profesora en formación profesional) y disfrutar de estancias en Portugal, Holanda, Grecia, Irlanda o Chile combinando con colaboración en el departamento de Física de la Universidad de León, ULE. Precisamente ahora trabaja en Física Aplicada, investigando la caracterización de la lluvia y sus aplicaciones. «Yo también soy directora de Relaciones Internacionales de la ULE y es algo que únicamente pasa en España», advierte.

María Fernández Raga

Estudió Ciencias Ambientarles y cuando finalizó hizo una ingeniería para firmar proyectos y no solo hacer los estudios. El último año de carrera lo compaginó con una beca de colaboración con el departamento de Física.

Al finalizar su tesis, le dieron uana beca pero con la crisis económica se vio obligada a ser ingeniera autónoma haciendo proyectos para empresas e impartir formación profesional en un centro de capacitación de FP. Además realizó estancias en el extranjero.

Actualmente es directora de Relaciones Internacionales en la ULE y trabaja estudiando la erosión de la lluvia en diferentes piedras.

«Todo sirve, no hay tiempo perdido. Yo lo llamo el Renacimiento de la Ciencia, son importantes todas las ramas», advierte.

¿Es difícil ser mujer y científica?

No dudan en responder: sí. Admiten que no hay diferencia de sueldos o de acceso si se es hombre o mujer, sino que el problema llega cuando se quiere formar una familia, en el momento en que las científicas comienzan a pensar en ser madres.

«El momento más productivo coincide con la época en que te planteas si tener familia. Sigue siendo una carrera de sprint por ver quién llega antes, por lo que perder esos meses te retrasa mucho. Eso lleva a muchas mujeres a no tener familia. El famoso publish o perish», advierte Alonso Núñez.

Marisa Alonso Núñez

Licenciada en Farmacia y en Bioquímica; doctorada en Microbiología a nivel molecular. Realizó estancias en el extranjero en Nashville y en Glasgow. Al finalizar su tesis se fue a Manchester donde estudiaba la división de las levaduras para aplicarlo a la división de las celulas del cáncer.

Al finalizar este periodo volvió a Astorga a hacerse cargo de la farmacia familiar. Desde allí se ha volcado en la divulgación científica.

Actualmente participa en el blog masticadores.fem dando a conocer a investigadoras españolas.

«Ser científico da muchas satisfacciones a nivel profesional. Es duro a nivel laboral y personal pero la ciencia es apasionante».

En el mismo sentido se pronuncia María Fernández Raga quien adelanta que hay iniciativas para avanzar en este sentido «Han hecho propuestas pero falta vincular la familia con la investigación», destaca mientras recuerda que las estancias en el extranjero, para una persona con familia son casi imposibles.

Crear referentes

Ante la pregunta de si animarían a las jóvenes a ser científicas aseguran que siempre y cuando la persona tenga vocación, pero advierten que faltan referentes. «Yo no soy partidaria de abocar a una niña a que sea ingeniera como yo si no tiene vocación. Pero si creo en los modelos. Porque si una niña solo ha visto chicos ingenieros puede pensar que es un trabajo para hombres. Además, creo que es muy enriquecedor que un equipo sea diversos, que haya hombres y mujeres», asegura María Fernández Raga.

En la misma línea se pronuncia Marisa Alonso Núñez quien relata que para ser científico hace falta curiosidad y pasión. «Si tienes las dos yo voy a facilitarte referentes para que pueda decidir. No le voy a decir que es un camino de rosa porque no es fácil, pero si te gusta te da muchas satisfacciones a nivel profesional», asegura mientras advierte de la falta de referentes y cómo ella trabaja para evitarlo. «Tampoco la ciencia llega a los programas de televisión o de radio. Se cuentan con los dedos de una mano y se limitan a escucharlos quienes ya están interesados en este mundo», destaca.

«Es un trabajo precioso», mantiene Leticia Alonso quien destaca el proceso de la investigación, «pero como carrera profesional es de las más competitivas. Tienes que estar publicando en revistas punteras todo el rato», asegura.

Sin duda, una carrera difícil y exigente pero preciosa. «Si te gusta la ciencia, debes dedicarte a ella porque hace bien lo que te gusta», concluye María Fernández

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