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Imagen de la zona norte de la calle Padre Isla durante las obras de calmado del tráfico.

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Imagen de la zona norte de la calle Padre Isla durante las obras de calmado del tráfico.

Padre Isla: la batalla del cemento y los coches frente a los árboles y los peatones

El proyecto de 'Pacificación del final de Padre Isla' fracasa antes de comenzar al eliminar el arbolado de la zona para no desterrar a los coches | La Asociación de Vecinos San Esteban-Vías recuerda que la vegetación era un elemento clave en la actuación que supone una inversión de 1,1 millones

J.C.

León

Miércoles, 7 de junio 2023, 08:12

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La zona norte de la Avenida Padre Isla, en León capital, se ha convertido en el mejor ejemplo de la enorme dificultad que supone desterrar al coche para abrir nuevos espacios urbanos.

El proyecto de 'Pacificación del final de Padre Isla' ha fracasado antes de comenzar en ese área urbana al eliminar el arbolado de la zona con elúnico fin de dar más espacio a los vehículos.

En el fondo es la batalla del cemento y los coches frente a los árboles y los peatones. La Asociación de Vecinos San Esteban-Vías ya ha recordado que la vegetación era un elemento clave en la actuación que supone una inversión de 1,1 millones y que ahora está en entredicho.

«Un problema inadmisible»

«Estamos ante un problema inadmisible para una ciudad de la escala de León: el posible desperdicio de más de un millón de euros del presupuesto público para dejar una calle prácticamente como estaba», advierten los vecinos de la ciudad.

Y el resumen llega en su mismo relato: «Hasta el inicio de las obras, el final de la Avenida Padre Isla era una calle muy contaminada y muy ruidosa, por dos razones principales: la primera, que es una calle de salida de León hacia Carbajal, y eso, aunque hay otras salidas, es quizás inevitable y conllevará cierto tráfico de vehículos hasta que algún día se complete la ronda; la segunda, mucho más grave y que sí se puede evitar, es que la calle se había convertido 'de facto' en un inmenso aparcamiento».

Y por ahí llega uno de los problemas. «Los coches se acumulan en dos hileras en batería desde el principio al final y numerosos coches en doble fila tras ellos, que ocupaban casi toda la superficie de la calle dejando dos estrechas aceras a los lados para el tránsito peatonal», se advierte en el relato vecinal.

Las claves

Y el narración no tiene desperdicio: «Esto ha llegado a suceder porque al masivo aparcamiento se une que la calle es limítrofe con la zona ORA, porque existen en la calle dos talleres mecánicos que ocupan habitualmente de 20 a 30 plazas de aparcamiento (y en ocasiones reparan los vehículos en la misma calle, con el peligro que supone) y porque mucha gente que no vive en la calle pasa con el coche y para en cualquier parte, incluso en vados, para entrar en algún comercio o bar de la zona».

Vehículos aparcados en la zona de 'calmado de tráfico de Padre Isla'.
Vehículos aparcados en la zona de 'calmado de tráfico de Padre Isla'.

Y ahí comienza la 'pelea' por acabar con los coches en la zona. Una 'pelea' que choca con algunos vecinos y, en especial, con los titulares de algunos comercios: «Es importante hacer notar que ese aparcamiento masivo, con dos largas líneas de vehículos en batería que no creo tenga paralelo en otra calle de León, no es utilizado por los vecinos de la calle más que de modo marginal, pues la gran mayoría de los edificios, construídos en los años 70, 80 y 90, tienen su propio garaje, a diferencia de lo que ocurría en muchas calles del centro, peatonalizadas sin ningún problema a pesar de ello», se añade.

1,1 millones de euros

El resumen final llega al contemplar que el proyecto inicial, que prometía una zona de 'calmado' se convierte de nuevo en cemento y ruido. Más de lo mismo, se concluye. La mayoría de los vecinos de la calle hemos asistido con estupor a la modificación arbitraria del proyecto original, eliminando el arbolado que reducía sustancialmente el aparcamiento. Se han dejado en su lugar unas isletas cuya misma distribución parece obedecer al azar«.

Mientras la Asociación de Vecinos San Esteban-Vías Ya ha recordado que la vegetación era un elemento clave en la actuación que supone una inversión de 1,1 millones de euros.

Y los vecinos la secundan: «Es falso el argumento del concejal de que se debe a las protestas vecinales. Es verdad que siempre hay personas que protestan, como en todas las peatonalizaciones. Pero precisamente la mayoría de los vecinos, que asistimos en silencio, con paciencia y sin crear conflictos a una obra que lleva ya varios meses en marcha, creo que apoyamos la ampliación del espacio peatonal, la reducción significativa, no cosmética, del aparcamiento de vehículos en la calle, y la reducción del tráfico rodado».

El testimonio

Y se concluye de forma lapidaria: «Las comunidades de vecinos de la calle en ningún momento hemos sido convocados por el Ayuntamiento para nada, y probablemente tampoco tendrían por qué hacerlo, pero escudarse en unas supuestas protestas vecinales difusas no es excusa para incumplir un proyecto que se paga con fondos europeos y que probablemente tenga una condicionalidad que hay que cumplir en términos de peatonalización, reducción del tráfico y reducción del aparcamiento para disminuir las emisiones y el ruido».

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