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El rey Gaspar saludando durante el recorrido por las calles de León. Sandra Santos

De Oriente a León contra viento y marea

La lluvia no ha podido con la ilusión de los leoneses que se agolpaban en las céntricas calles de la ciudad con el paraguas en la mano para ver a los Reyes Magos

Domingo, 5 de enero 2025

La previsión meteorológica ya lo avisaba y no falló. La lluvia ha sido la protagonista de este domingo 5 de enero y los Reyes, por muy magos que sean, no han podido evitarlo.

Los leoneses han vivido una cabalgata de reyes pasada por agua y a una velocidad poco habitual para poder disfrutarla como se merece pero el agua no dejaba otra opción.

Salía la comitiva real del Palacio de Exposiciones a las 18:30 horas con la mirada puesta en el cielo pero sin que aparecieran aún las primeras gotas de lluvia. Pero la alegría duraba poco, cuando la primera carroza llegaba a la glorieta de Guzmán los primeros paraguas comenzaban a abrirse. Y a partir de ahí, fue la tónica general.

Siete carrozas con iluminación, decoración navideña y llenas de niños surcaban las calles de León lanzando confeti. A pie de calle, elfos en patines, pajes reales, ayudantes e incluso los Bomberos repartían piruletas a los niños que se agolpaban para ver a los tres Reyes Magos.

Además de las carrozas, dos compañías de teatro amenizaron el recorrido con sus espectáculos. La primera, la francesa Cie. Tac o Tac, que subidos a sus zancos hicieron las delicias de un público al que no le faltaba la ilusión por ver a Melchor, Gaspar y Baltasar.

El sistema solar también fue protagonista en un desfile que tenía que acelerar la marcha a causa de la lluvia antes de que hicieran su aparición los reyes de Oriente.

La carroza de Melchor fue la primera en hacer su aparición con el rey mago saludando desde las alturas a unos niños que no paraban de gritar su nombre.

Gaspar y su comitiva fue el siguiente en aparecer saludando y lanzando besos a los leoneses.

Y como siempre, el ritmo llegaba con la carroza de Baltasar. El rey más 'bailongo' hacía su aparición rodeado de unos pajes que bailaron al ritmo de un 'Burrito sabanero' muy cubano.

La lluvia seguía sin dar tregua y lo que comenzó con unas pequeñas gotas se transformó en un aguacero al paso de los Bomberos por la glorieta de Guzmán. Junto con ellos, dos autobuses llenos de niños que disfrutaban resguardados de la lluvia de un desfile atípico.

Ahora sólo queda esperar a que la lluvia cese para que Melchor, Gaspar y Baltasar puedan desempeñar bien su trabajo y dejar en las casas de los leoneses todas los regalos que les han pedido.

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