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Ángel remueve las castañas en su famosa y querida locomotora. Inés Santos

El olor a otoño siempre llega en tren

Sin integraciones ferroviarias ni altas velocidades, Ángel y 'El Changai' vuelven a la calle Ancha para calentar los bolsillos, las manos, los estómagos y las conciencias de la ciudad con sus castañas

Nacho Barrio

León

Domingo, 27 de octubre 2019, 20:52

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La Agencia Española de Meteorología puede decir lo que quiera. Puede dictar cuándo empieza el otoño con los informes en la mano, cuando acaba el verano con los registros en la otra, si este invierno es más frío que el pasado o si este año nos toca adelantar la cobertura informativa especial porque ha nevado en León, escribiendo esos artículos que el lector no considera noticiables pero que suman el mayor número de visitas cuando la capital se cubre de blanco.

La Agencia Española de Meteorología puede decir lo que quiera, pero en León el otoño solo comienza cuando Ángel llega con 'El Changai' a su estación de la calle Ancha. No hacen falta raíles porque no piensa moverse de aquí en un tiempo. Ni falta que hace.

Ángel atracó su tren este sábado. Sin integraciones ni altas velocidades que valgan, su 'Changai' solo necesita el calor constante que da el tueste necesario al producto por excelencia. La castaña.

Ángel y El Changai han vuelto a León porque Ángel, al contrario que muchas especies del mundo animal, hiberna en invierno, un rasgo que habla a las claras de quién es Ángel y por qué está aquí de nuevo. «En verano me voy de aquí, no es un buen sitio para estar», comenta. Y a juzgar por el destino que anuncia fuera de micro, no se le puede quitar la razón.

El castañero más peculiar de la calle Ancha está de nuevo en la ciudad. Un León al que quiere con una tristeza que no esconde. «La vida de León ya ha cambiado mucho, ya no es lo que era, están los centros comerciales, no hay cines y los niños tienen organizado su ocio, no hay vida ninguna porque todo dios está con el ocio organizado».

Los chavales, que también se pasan por el puesto, son la única esperanza. «La gente joven tiene ganas de tener aventuras, los mayores ya están enchampados, ellos quieren cambiar su futuro y los otros no los dejan».

El pesimismo psicológico que también viaja en la locomotora no toca este año a las castañas. La producción ha sido correcta e incluso entiende que a veces, cuando hay robos, es por pura necesidad. El alimento rey del changai está garantizado este inverno.

Vuelta a las urnas

'Oye Ángel, en noviembre toca volver a las urnas'. «Yo no tengo ninguna confianza, porque la población no tiene conciencia. Esto se arregla con educación, pero ya no hay tiempo».

Antes de despedirse y después de aguantar las preguntas, es él el que cuestiona. «¿Te digo una burrada? ¿No sería mejor que ganara el Abascal? Es muy duro, igual las cosas se ponían serias y se nos acababa la tontería».

Ángel deja la charla para atender a los clientes, que cuenta por amigos que se pasan por su tren. Un tren que no necesita integración alguna, que huye de la alta velocidad y que calentará las manos, los bolsillos, el estómago y la conciencia de un León por el que pasan los inviernos siempre con la locomotora a punto.

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