La odisea de volver a casa por navidad en pandemia
Con escasez de vuelos, obligatoriedad de presentar una PCR negativa y el miedo de expandir el virus los leoneses que viven en el extranjero afrontan con más complicaciones que nunca su regreso | Patricia, David y Ana documentan para Leonoticias cómo es volver a casa por navidad en plena pandemia
Patricia, Marta y Alberto viven desde septiembre en Ruan, la capital de Normandía. Tienen 21 años y estudian Comercio Internacional en la Universidad de León. Este año disfrutan de su curso Erasmus en Francia, aunque las cosas no son ni de lejos como esperaban cuando comenzaron los trámites para solicitar la beca en 2019.
En la ciudad de Galway, al oeste de Irlanda, vive David desde octubre. Una beca de 'language assistant' en un colegio irlandés llevó a este joven de 22 años a hacer las maletas y embarcar en un avión rumbo a Dublín, donde pasó la cuarentena de quince días obligatoria al entrar al país.
Ana es una leonesa afincada desde hace dos años en Aquisgrán, una ciudad alemana fronteriza con Bélgica y Países Bajos. Emigró para montar su propia empresa aunque este año la pandemia, que le pilló en Inglaterra, le ha mantenido teletrabajando desde España la primera mitad del año.
Ahora, este grupo de leoneses se enfrenta a la aventura de regresar a León en medio de la segunda ola de una pandemia mundial, con escasez de vuelos, obligatoriedad de presentar una PCR negativa y el temor de expandir el virus que asola Europa.
PCR negativa para volar a España
Patricia nos cuenta que hace unas semanas Francia entró en la lista de países desde los que es obligatorio viajar a España con una PCR negativa. «Nosotros pasamos el virus en octubre y las restricciones desde entonces han sido bastante estrictas, por lo que casi no hemos tenido contacto con nadie fuera de nuestro grupo», explica Patricia, que nos cuenta que, aunque la PCR no hubiera sido obligatoria para entrar en España, se la habrían hecho igual porque «en Francia es gratuita, el gobierno la financia y no nos ha supuesto nada hacerla, así viajamos más seguros».
El caso de David ha sido más sencillo. En la última actualización Irlanda salía de la lista de países en riesgo y no ha tenido que hacer frente al coste que supone la prueba, aunque las últimas semanas ha intentado extremar las precauciones. El mayor problema lo ha encontrado Ana: el documento que acredita en negativo en PCR debe presentarse en español o inglés, y desde Alemania y en el tiempo exigido no tenía tiempo para cumplir este requisito. Su solución, comprar un billete a Oporto desde donde viajará en coche a León gracias a la decisión de mantener las fronteras abiertas.
La prueba PCR negativa debe presentarse en inglés o español. Al no tener tiempo de conseguirla así en Alemania, Ana ha tenido que volar hasta Oporto y desde allí viajar a León en coche
Encontrar vuelo no ha sido tan difícil como esperaban, aunque sí más caro de lo habitual. Nos cuentan que la clave ha estado en reservar los billetes con bastante antelación, no viajar los días más cercanos a los festivos y tener un extra de suerte. Todos ellos, independientemente de su lugar de procedencia, han tenido que completar un formulario antes de embarcar que exige el Gobierno de España a todas las personas que entren en el país. Ana, que viaja a Portugal, vio cómo su vuelo para el día 22 se cancelaba, pero por suerte una plaza libre para uno de los únicos vuelos que salía de Colonia al día siguiente le permitió volver a casa.
Las medidas de seguridad han sido una constante en sus viajes. Mascarillas obligatorias en el aeropuerto y a bordo del avión, puntos con geles hidroalcohólicos prácticamente en cada esquina, señales y paneles para respetar la distancia de seguridad aunque, eso sí, asientos con desconocidos al lado en el vuelo.
Navidades solo con la familia más cercana, pero en casa
Aunque no son pocas las personas que viven fuera que han preferido renunciar a estas fiestas en familia y no regresar a casa, ni David ni Patricia ni Ana estaban dispuestos a ello eso sí, extremando todas las precauciones y con una prudencia todavía mayor para viajar con seguridad. David cuenta que en Irlanda solo existe la recomendación de llevar mascarilla por la calle, y asegura que «cuando llegué en octubre siempre iba con la mascarilla por el paseo marítimo y recuerdo que la gente no la llevaba y me miraban raro». Los meses siguientes la situación empeoró en Irlanda, que vivió un segundo confinamiento o 'lockdown' casi total en noviembre gracias al que han conseguido reducir el número de contagios de cara a la navidad. Una experiencia similar vivió Ana, que cuenta que durante el verano las medidas en el país alemán eran bastante menos restrictivas que en España pero que el impacto de esta segunda ola está conllevando mayores limitaciones.
Los días antes de viajar han reducido sus interacciones sociales al máximo para evitar la posibilidad de contagiarse
Las fiestas que planean todos ellos serán sencillas y en familia. «Nos quedaremos en casa con la familia más cercana y veremos a los amigos más cercanos también, pero con mucho cuidado», comentan todos ellos, que los días previos al viaje han intentado reducir sus interacciones sociales lo máximo posible para evitar las posibilidades de contagio.
Aunque viven con incertidumbre el avance de la pandemia, el plan de todos es volver a sus residencias entre enero y febrero, en previsión de poder retomar sus estudios y sus trabajos. Con el deseo de que la situación mejore para aprovechar el tiempo que les queda viviendo en el extranjero, estos jóvenes leoneses ya pueden disfrutar de unas navidades atípicas pero, al menos, en casa.