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Una religiosa besa la Cruz de Liébana. I. Santos

La 'Lignum Crucis' de santo toribio de Liébana regresa a su origen

La reliquia, que alberga el mayor trozo de la Cruz de Cristo que existe, hace estación en la Catedral de León antes de volver por un día a Astorga, de donde partió hace siglos por una bula del Papa Julio II

a.c.

Sábado, 5 de mayo 2018, 11:45

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En pocas ocasiones se ha visto esta reliquia abandonar el monasterio en el que se encuentra custodiada desde el siglo XVI. Sin embargo, este sábado las calles de León han servido de estación de penitencia.

La 'Lignum Crucis' de Santo Toribio de Liébana, la reliquia que alberga la mayor muestra de la Cruz de Cristo que existe en el mundo, ha dejado por un día su refugio en los Picos de Europa para regresar a la sus orígenes, Astorga. Pero antes, una parada en el camino.

Bajo fuertes medidas de seguridad y con el sonido de los rezos, la Catedral de León ha recibido a esta Lignum Crucis que, según la tradición, fue llevado a España desde Tierra Santa en el siglo V por Santo Toribio de Astorga.

Devoción y respeto en el interior del templo donde el obispo de León, acompañado por su homólogo en Santander, ha presidido un hermoso acto de rezos que han culminado con un acto de veneración por los fieles.

Un hermoso acto enmarcado, excepcional, enmarcado en la clausura del Año Santo Lebaniego, que ha culminado en el exterior de la pulchra leononia. Allí, el obispo de León devolvía al de Santander la reliquia para poner rumbo a Astorga, sus orígenes que abandonó huyendo de la invasión musulmana en tiempos de Alfonso I el Católico.

Una peregrinación que además ha servido como hermanamiento de las cuatro Diócesis que forman la Provincia Eclesiástica de Oviedo –Santander, León, Astorga y Oviedo- y en la que los leoneses han venerar una de las reliquias más importantes en el mundo cristiano.

Una peculiar historia de exilio

La partida de Astorga se produjo huyendo de la invasión musulmana en tiempos de Alfonso I el Católico, dado que en Liébana ya existía desde hacía doscientos años el monasterio, que fue creado por otro Toribio, Toribio el Monje, natural de Turieno.

Fue el Papa Julio II el que otorgó en 1512 el refrendo del Jubileo con una bula al monasterio de Santo Toribio, que alberga una comunidad franciscana que fue escogida, entre otros motivos, por su tradición en custodiar lugares santos, como Jerusalén.

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