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Voluntarios trabajando en el Banco de Alimentos de León. I. SANTOS

La 'Gran Recogida' más especial del Banco de Alimentos de León

Se han recaudado 145.000 euros mediante un sistema de donaciones en efectivo con el ticket de compra y a través de la página web de la federación | Más de 1.300 familias en León se benefician de este servicio que durante la crisis sanitaria es más esencial que nunca

Lunes, 30 de noviembre 2020, 08:25

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Una 'Gran Recogida' diferente, pero igual de especial. Así califican desde el Banco de Alimentos de León la campaña que este año ha conseguido recaudar cerca de 145.000 euros destinados a cubrir las necesidades básicas de las personas que más lo necesitan. Una ayuda que este 2020 se mide en efectivo y no en paquetes de comida, ya que la crisis sanitaria ha obligado a cambiar el sistema de recogida habitual por uno de donaciones de dinero.

De la cantidad total, 125.000 euros corresponden a las donaciones de dinero que los leoneses han aportado con sus tickets de compra en las cajas de los supermercados. El resto, unos 20.000 euros, se han recaudado a través de las aportaciones en la página web de la federación. De este modo, se supera la previsión que se marcaba la organización de alcanzar los 120.000 euros.

Juani Pérez, responsable del servicio en León, señala que, un año más «los leoneses nos han dado muestras de generosidad, muestras de confianza en el banco de alimentos, y yo quiero lanzar un mensaje que se reduce a tres palabras: agradecimiento, responsabilidad y tranquilidad».

Una generosidad más que necesaria en estos momentos en los que solo en la provincia de León más de 1.300 familias dependen de estos carritos de la compra para llenar la nevera y a las que hay que sumar aquellas que acuden directamente a conventos, asociaciones como Cáritas o parroquias.

Una 'nueva normalidad' llega al banco de alimentos

Con el dinero ya recaudado el siguiente paso que darán los voluntarios del banco será comparar precios y comenzar a realizar las compras, un sistema completamente diferente al de otros años pero que también tiene sus ventajas, especialmente en el tema de las fechas de caducidad. Sin embargo, los pequeños detalles que otros años sacaban la sonrisa de los voluntarios, como encontrar calendarios de adviento entre las donaciones o cereales de princesas pensando en algún niño o niña que de otra manera no podrían tenerlo, no serán posibles este año.

Precisamente son esos gestos lo que más echa en falta Juani, que extraña «el movimiento de cajas y cajas llenas de alimentos de otros años que te dan tranquilidad y la presencia de voluntarios que venían a ver cómo trabajamos aquí, a ayudarnos, a acompañarnos y a echarnos una mano», comenta.

Nuevos perfiles: autónomos y personas en Erte

Y es que la pandemia ha cambiado por completo no solo la forma de trabajar de esta organización, sino también el perfil de las personas que solicitan esta ayuda y que se ha disparado durante el confinamiento. Solo en los meses de primavera se llegaron a preparar hasta 32 carritos diarios, cuando la media habitual no supera los 10.

«Cuando hay una crisis de esta magnitud lo primero que se nota es la cantidad de gente que necesita ayuda, la cantidad de personas que en este momento no tienen estabilidad económica porque han quebrado y vieron cómo su vida normalizada se convirtió en la incertidumbre absoluta», explica la responsable.

«En primavera llegamos a preparar 32 carritos al día, cuando lo habitual es entre 7 y 10»

El perfil de solicitantes de ayuda este año es muy diferente. A los habituales se han sumado autónomos, personas que llevan meses en Erte y siguen sin cobrar la prestación o que han perdido los trabajos que les permitían vivir al día. «Esta gente te cambia totalmente la labor, son muy agradecidos, se emocionan con la ayuda y nos hacen emocionarnos a nosotros», cuenta Pérez, que señala que «es una labor infinitamente más dura porque te das cuenta de que es gente ajena a este mundo y ni ellos ni nosotros, que llevamos años en esto, nos acabamos de acostumbrar».

Con la vista puesta en la llegada de la vacuna que ayude a frenar esta pandemia, los voluntarios del Banco de Alimentos de León continúan trabajando día a día por llenar las neveras de los que más lo necesitan y conseguir, gracias a la generosidad de los leoneses, que nadie se quede esta Navidad sin turrón.

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