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La familia Elosúa en una imagen del álbum familiar. Con el paso de los años las guerras internas acabaron con el imperio empresarial. .

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La familia Elosúa en una imagen del álbum familiar. Con el paso de los años las guerras internas acabaron con el imperio empresarial. .

'Confabulación contra Elosúa', la verdad sobre el fin del imperio empresarial leonés

Andrés Elosúa Rojo narra los nueve meses críticos de 1989 en los que se fraguó el asalto a la empresa creada por su padre, todo un referente del tejido empresarial leonés | Facturaba 60.000 millones de pesetas y contaba con 1.300 empleados | «La verdad solo tiene un camino y aquí se describe», asegura el autor de 'Confabulación contra Elosúa' a leonoticias

J.C.

León

Martes, 10 de enero 2023, 08:16

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«No es una novela, ni un libro que detalla la historia de la familia Elosúa. Es la narración de nueve meses del año 1989 en los que se fraguaron el asalto a la empresa familiar». Lo asegura a leonoticias Andrés Elosúa Rojo, hijo de Marcelino Elosúa Herrero, el gran impulsor del 'imperio Elosúa'. Ahora llega a las librerías 'Confabulación contra Elosúa', su libro sobre la verdadera historia de este imperio empresarial leonés, uno de los más importantes que se ha asentado nunca en la provincia.

A lo largo de sus diferentes capítulos Andrés Elosúa, el único hijo vivo de los nueve que tuvo Marcelino Elosúa, relata las conspiraciones familiares, empresariales y gubernamentales que llevaron a que se perdiera el control familiar de esta empresa y se abriera un proceso de ruina que acabó con la vida y el futuro de la misma.

60.000 millones de pesetas de facturación anual

Marcelino Elosúa Herrero confió en Marcelino Elosúa Rojo para continuar un proyecto empresarial de dimensión industrial incomparable. Y los hermanos Marcelino, José Manuel y Andrés formaron de este modo el núcleo duro familiar en el desarrollo de una empresa que facturaba 60.000 millones de pesetas al año y contaba con 1.300 empleados a su cargo.

Una empresa estable, en crecimiento, con enorme capacidad económica, que ganaba más ganaba más de mil millones de pesetas y tenía un flujo de caja que doblaba esa cifra y tuvo su sede en León durante más de 60 años. «Elosúa era la primera empresa multinacional española en el sector de la alimentación en el año 89», recuerda Andrés Elosúa Rojo.

Las tres patas de un asalto empresarial

Pero aquel imperio, que llegó a ser determinante en el tejido empresarial leonés, se vino abajo «en solo nueve meses». Una caída fraguada entorno al sobrino del autor del libro (Marcelino Luis Elosúa de Juan) quien a juicio del autor traicionó los intereses familiares en una lucha de poder sin precedentes.

Aquel 1989 se desató una «guerra sin precendentes por el control de la empresa» de la que formó parte, relata el libro, Marcelino Luis Elosúa de Juan, el Banco Pastor y en gobierno socialista. «Primero con una sindicación de acciones urdida desde el seno de la propia empresa y amparada por el Ministerio de Agricultura, entonces a cargo de Carlos Romero.

De Mercasa a las empresas fantasmas

La estrategia funcionó con mecanismos casi perfectos. «Mercasa no compró las acciones que estaban en el mercado de forma directa sino a través de empresas montadas como testaferro con nombres tan singulares como 'Clientes reunios de la marina' o 'Inversores de Oriente y Japón', entre otras», recuerda Andrés Elosúa.

Por aquel entonces Elosúa SA era un empresa familiar pero su mayoría accionarial se vino abajo gracias a una sindicación de acciones que unió las adquiridas en el 'mercado negro' (entre el 30% y el 40%) a aquellas de titularidad del Banco Pastor (10%) y las que estaban en poder del sobrino díscolo.

«Estrategia perfecta»

Su unión hacía inútil la titularidad accionarial del resto de la familia y de los 400 empleados accionistas. «Fue una estrategia perfecta unida a un descrédito accionarial alentado por informaciones de prensa falsas. De algún modo se siguió la máxima de Joseph Goebbels, el divulgador maestro de los nazis, quien aseguraba que una mentira repetida mil veces terminaría siendo una verdad. Todo con el amparo de Iberagentes la empresa que gestora responsable del trato accionarial. Cuando alcanzaron el 50,15% de la empresa, simplemente dejaron de comprar», recuerda.

Aquella operación dinaminó la capacidad gestora familiar, dio entrada a un nuevo equipo directivo y metió de lleno a la empresa en una dinámica autodestructiva que se visualizó en el derrumbe del imperio después de haber rubricado una de sus operaciones más relevantes con la compra de Carbonell.

El desenlace

«Fue el propio gobierno quien nos pidió comprar Carbonell para que no se fuera a manos extranjeras. Una petición que se fraguó en base a un crédito que el propio Ejecutivo facilitó. Curiosamente el objetivo debería ser ese pero la empresa Elosúa se acabó vendiendo al grupo italiano Ferruzzi, dirigido por Raúl Gardini, el mismo que compró Antibióticos. Todo muy curioso», recuerda el autor del libro.

Todo lo que queda de Elosúa, dónde se fueron aquellas inversiones, la realidad hoy del imperio más notable del tejido empresarial leonés también se da a conocer en este libro. Un apasionante desenlace que se puede descubrir en 'Confabulación contra Elosúa'.

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