Año I de castañas d. C. (después de la Covid) en León
Un otoño más, el castañero más famoso de León estaciona su locomotora, la conocida Changai de 1936, al inicio de la calle Ancha para deleitar con el manjar más otoñal a todos los que transitan por la ciudad | Ángel anuncia la «primera temporada de castañas d. C., después del Covid
Y el otoño volvió a León. El momento en el que la estación entra en la capital no es otro que cuando Ángel aparca su locomotora y trae el sabor más otoñal a los leoneses. Un año diferente que el castañero ya nombra como la primera temporada d. C., después del covid.
No faltan los carteles de aviso de la necesidad de usar mascarilla, la distancia de seguridad de metro y medio y los geles desinfectantes para dar la bienvenida al Changai y disfrutar así con seguridad de un cucurucho de castañas, que a pesar de todo, han tenido una buena cosecha.
«La naturaleza si no está el hombre siempre mejora», remarca el castañero que asegura que este 2020 «la cosecha de castañas es buena y las castañas están muy buenas, pero los tiempos son muy malos».
Ángel está leyendo el periódico y analiza la situación que vive el país desde una mirada crítica. Los políticos y las administraciones siguen en el punto de vista de este castañero que lo ve muy mal, aunque reconoce que «yo lo veía así a los 9 años». «Tenemos unos políticos que nos sacrifican, que no están a la salud y progreso, es mentira solo a cobrar comisiones», asegura con malestar Ángel.
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La gestión de la crisis sanitaria de la covid-19 ha hecho que endurezca su opinión y considera que durante estos meses lo que han hecho es «volvernos locos que es la mejor manera de tenernos en el caos, no tenemos mas que mirar al Congreso y ver esa manada de parásitos lo que hacen».
Una sociedad dividida en dos clases
Una pandemia que tampoco ha servido para que la sociedad se organice, en parte porque no tienen información veraz en las redes sociales y por otro lado acusa al miedo de la población.
«La sociedad deja que desear porque están asustados», asegura el castañero. Para Ángel en estos momentos, la sociedad se divide «en gente alfa y gente beta». Explica que en el caso de los primeros «tiene un sueldo, la clase alfa es la que esta protegida por el Estado», por la contra «la gente beta es la que vive del 'mercao' que se tiene que buscar la vida para pagar impuestos y están tiraos por la calle sin ningún avío».
La situación no cambiará a mejor en un futuro y Ángel se pregunta «el día que haya que hacer sacrificios de verdad, ¿qué pasará?». Para este leonés se avecina una gran crisis y ahí es «cuando veremos lo que de verdad somos como sociedad».
Son muchos los cambios que León ha vivido en los últimos meses, muchas las fiestas que se han cancelado, pero el sabor del otoño ha vuelto a la capital de la mano del castañero, que pase lo que pase piensa seguir aguantando, por lo menos 10 años más.