El drama de la provincia leonesa: una escuela convertida en un tanatorio

Para dar visibilidad a su protesta los vecinos han creado la plataforma '1+1=Todos por las Escuelas' con la que a través de acciones vecinales, intentan paralizar este proyecto y devolverle el uso educativo y social que han tenido estas instalaciones. «En principio lucharemos para que se vuelva abrir la escuela y si no es posible que se le de algún uso que reporte vida y no un tanatorio que esos servicios ya los tenemos cubiertos y no los necesitamos», explica Manuela Vidal, responsable de la plataforma.

Pancartas rechazando la propuesta que ondean por el pueblo o recogida de firmas, que ya han entregado más de 300 en el Procurador del Común, son alguna de las medidas que han realizado en unas protestas que dicen que «no van a cesar» hasta paralizar este proyecto.

Estas escuelas fueron edificadas hace dos décadas, unas modernas instalaciones en las que tenían cabida tres aulas, una biblioteca y una sala de ordenadores, todo ello para dar la mejor educación a las nuevas generaciones de Quintana del Marco.

La falta de niños propició, hace cinco años, el cierre del colegio quedando estas instalaciones para uso vecinal. «Ha habido escuela de adultos, se celebran las elecciones, así como reuniones vecinales y hemos propuesto en el Ayuntamiento una ludoteca porque aunque ahora hay pocos niños, en verano la cifra aumenta y queremos que interactúen unos con otros para que se sigan conociéndose y al verano que viene vuelvan», expresa Goya, una vecina que también ha decidido unirse a la plataforma.

En la actualidad hay menos de una decena de niños en edad escolar que tienen que desplazarse a Alija del Infantado (a 10 kilométros) o a La Bañeza (a 15 kilométros) para recibir sus clases. «Los pocos alumnos que hay tiene tienen que llevarlos en coche al colegio cuando podían estar a la puerta de casa», afirma Francisco un vecino que también protesta por este proyecto.

Esta plataforma no está encontrá de construir un tanatorio lo quiere es que no se haga en unas instalaciones, ubicadas en medio del pueblo y creadas para dar futuro y actividad a este enclave .

«Se podía ubicar en otro sitio, que lo que sobra aquí es terreno, sin necesidad de estropear esto, que es una maravilla lo que tenemos aquí», detalla Goya.

Este pueblo que no llega a los 400 vecinos ha visto como en pocos años su población ha mermado, como la gente joven se va de Quintana quedando solo las generaciones más longevas. «Este pueblo esta muerto no hay ni gente y la que queda es mayor. Ha caído en picado, la gente se ha ido porque no hay un medio de vida», expone un vecino jubilado que ha vivido toda la vida en este pueblo.

La pandemia generó una ilusión en las zonas rurales de la provincia al ver como aumentó su población y el deseo de acudir a los pueblos en plena cuarentena, un espejismo que los vecinos de Quintana del Marco corroboran con este tipo de proyectos.