Borrar
Almudena y Álvaro se encontraron este fin de semana en Riolago.

El hilo rojo que se une en Babia

El periodista Álvaro Medina estaba conectado a la comarca de Babia sin saberlo, en concreto a una de sus vecinas con quien protagoniza una curiosa historia que ha llegado a su culmen este fin de semana

Martes, 18 de julio 2023, 09:24

Comenta

La cultura asiática mantiene que existe un hilo rojo del destino que une a aquellas personas que han de conocerse o ayudarse en un momento concreto. Eso es precisamente lo que les ha ocurrido al periodista Álvaro Medina y a Almudena, que aunque el destino les mantenía cerca no se han conocido hasta este fin de semana en Riolago.

Es precisamente en este lugar donde la agencia de comunicación Prodigioso Volcán, junto con el Ayuntamiento de San Emiliano, organiza unas jornadas, denominadas Estar en Babia, en las que compartir aprendizajes a través de la escritura, la creatividad y la desconexión y a las que acudieron ambos protagonistas. Su cercanía se debe a la enfermedad que el padre de él y la madre de ella sufrieron, ELA a partir de la cual surgió un grupo de whatsapp de jóvenes afectados por la enfermedad para darse apoyo, un grupo del que ambos formaban parte aunque nunca llegaron a conocerse.

Si lo hicieron este fin de semana, cuando Almudena se acercó a Álvaro y es que él utilizo la plataforma que le daba eldiario.es, donde trabajaba, para visibilizar esta enfermedad. Así ella le conoció y comenzó a seguirle tanto en su trabajo como en redes. Fue ella quien dió el primer paso, le preguntó si era Álvaro y le contó que su madre había fallecido hace un mes a causa del ELA.

Aunque ambos viven en Madrid, la montaña leonesa les ha unido gracias a una tarde de filandón, en la que contar historias y cantar jotas transmitidas por la herencia oral, esa a la que Almudena puso voz y música este fin de semana.

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

leonoticias El hilo rojo que se une en Babia

El hilo rojo que se une en Babia