Un camino de baldosas refraneras

Quizá no fuera este el camino de baldosas amarillas que Dorothy siguió para comprender que el bien vencía al mal, pero sí le hubiera servido para resolver los problemas de la vida. Y es que no hay nada como el refranero español para guiarnos por la buena senda.

«Gran placer: no escotar y comer». «Por un clavo se pierde una herradura». «Amor, viento y ventura poco duran». «El hijo de la gata, ratones caza». «Por Santa Lucia, crecen las noches y merman los días»... Estas son solo algunas de las más 600 frases que han brotado del suelo en Matallana de Valmadrigal.

Miguel empezó a recoger hace «cuatro o cinco años» diferentes cantos de las tierras del pueblo. Y de aquellas piedras, estos mensajes.

Aprovechando los cimientos de un viejo frontón, los vecinos, ayudados por unos albañiles, han hecho una acera paralela en la zona del consultorio médico y ese ha sido el escenario para esta apuesta cultural.

«Buscamos los cantos grandes, con una buena base, y con cal y arena los hemos ido poniendo, cada uno de ellos con un refrán». Para ello, Migel ha contado con la colaboración de cuatro mujeres, que no dudaron en coger un rotulador de pintura para hacer «auténticas virguerías» y decorar los cantos. Después, una capa de barniz y a esperar que perduren en el tiempo

En total son ya 640 refranes, «y pensamos superar los mil», advierte el autor de esta idea, quien pretende con esta iniciativa «recuperar la sabiduría popular antigua. Es una idea interesante que conecta con poner en valor las tradiciones de los pueblos».

El proyecto cultural de Matallana de Valmadrigal quiere crecer y esto se entiende como una primera fase de un conjunto de acciones que recuperen la tradición en este pueblo de la provincia de León.

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