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Unidad 251 de Renfe remolcando bobinas por la rampa de Pajares.
Alfonso XIII, la Rampa de Pajares y 22 horas de viaje entre Madrid y Gijón

Alfonso XIII, la Rampa de Pajares y 22 horas de viaje entre Madrid y Gijón

Los convoyes transitan prácticamente por el mismo trazado que inaugurara del decimonónico monarca, con 79 túneles y algunas curvas con menos de 300 metros de radio, en el tramo comprendido entre León y Asturias

M.MENÉNDEZ

Jueves, 1 de enero 1970

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La culminación en 1884 de la rampa de Pajares supuso un gran adelanto para Asturias. Fue inaugurada el 15 de agosto de ese año por el Rey Alfonso XII y rebajaba a solo 22 horas el viaje entre Gijón y Madrid, cuando el método tradicional hasta la fecha, la diligencia de caballos, invertía 70 horas. Con el tiempo, las infraestructuras ferroviarias fueron mejorando y en 1942, en plena posguerra, ya se había rebajado el tiempo de viaje a trece horas y media. Hoy, en el mejor de los casos, son cuatro horas y 50 minutos, y los convoyes transitan prácticamente por el mismo trazado que inaugurara del decimonónico monarca, con 79 túneles y algunas curvas con menos de 300 metros de radio.

Que hace falta una nueva infraestructura y más moderna no es ningún secreto. La variante de Pajares, que une Pola de Gordón (León) con Telledo (Lena) tiene una longitud total de 49,7 kilómetros. Su estructura más sobresaliente es el doble túnel de 25 kilómetros, situándose en los sextos más largos de Europa y los séptimos del mundo. Pero es que la variante también cuenta con otro túnel de seis kilómetros, como es el de Pontones. Con esta obra, se acortará el trazado entre León y Asturias en 33 kilómetros y se podrán desarrollar velocidades superiores a los 250 kilómetros por hora. Eso permitirá que el paso por la variante suponga solo un cuarto de hora de viaje.

A falta de la variante, los viajeros asturianos ya se han beneficiado de algunas otras mejoras fuera de la región, como fue la puesta en marcha de la línea de alta velocidad León-Palencia-Valladolid, que redujo el tiempo de viaje hasta la capital de España.

Todas estas infraestructuras dotarán a la línea de las más modernas medidas de seguridad. En los últimos años muchos son los percances que sufren en Pajares tanto trenes de viajeros como de mercancías. En la memoria queda aquel desastre del 10 de abril de 1950, cuando el Expreso se salió de la vía en las inmediaciones de Villallana (Lena). El resultado, el mayor accidente ferroviario de la historia de Asturias, con 18 fallecidos y más de 60 heridos. El mal estado de la vía y que los vagones fueran de madera aumentaron el número de víctimas, pues las astillas actuaron como proyectiles. Desde entonces, se potenciaron los vagones de metal.

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