Anllares vuela por los aires

Ahora tan solo quedan en pie, en solitario, las chimeneas de esta central ubicada en el municipio de Páramo del Sil, cuya construcción se terminó en 1982 con una asignación de 350 megawatios en el mix energético nacional.

La estructura demolida estaba formada por un silo de almacenamiento de cenizas de 14 metros de diámetro y 42 metros de altura y de dos silos de almacenamiento de escorias con un diámetro de 12 metros y 29 metros de altura.

La central fue levantada inicialmente por Fenosa, más tarde la propiedad fue compartida entre Fenosa y Endesa para pasar finalmente a manos de Naturgy. Un gran ejemplo de aprovechamiento minero cuyo final se ha escrito a golpe de explosivo.

La voladura, recuerda la empresa en un comunicado, «es una de las mejores prácticas para el desmantelamiento de centrales, ya que minimiza los riesgos para los trabajadores, favorece la economía circular y contribuye a reducir el impacto ambiental, siendo la técnica elegida para desmantelar las grandes estructuras de la central de Anllares«.

En cumplimiento de las medidas de seguridad aplicables a esta voladura se han evacuado todos los edificios y naves de la central, se ha llevado a cabo un corte de la carretera en las inmediaciones de la planta y se han realizado los pertinentes avisos al Ayuntamiento de Páramo del Sil y la Junta Vecinal de Anllares, Igualmente se ha realizado una comprobación de la ausencia de nidos de aves que puedan verse afectados.

Una vez realizada la voladura los residuos de hormigón y de la estructura metálica serán recogidos a nivel del suelo. Se estima que se recuperarán 1.550 toneladas de hormigón y 233 toneladas de materiales metálicos, estos materiales se destinarán, entre otros usos, para el relleno y regularización de terrenos en el entorno de la instalación o para su reutilización, en el caso de los metales, en una acería.

El desmantelamiento de la instalación abarca todas las instalaciones de producción y se llevará a cabo a lo largo de un periodo de entre 3 y 4 años. Desde el inicio de los trabajos se ha completado un poco más de un tercio del programa total de la demolición. Actualmente las labores de desmantelamiento dan empleo a alrededor de 60 personas, que han completado más de 37.000 horas de trabajo, no habiéndose registrado accidentes ni incidentes relevantes.

Naturgy y Endesa, propietarias de la central térmica de Anllares, adjudicaron el contrato de desmantelamiento de la instalación a la empresa vasca Lezama Demoliciones. Los trabajos se iniciaron en el pasado mes de julio y cuentan con un presupuesto superior a los 8 millones de euros.

La central térmica de Anllares, situada en Páramo del Sil es propiedad de Naturgy (66,6%) y Endesa (33,3%), comenzó a funcionar en 1982 y acumuló 36 años de operación tras su parada definitiva el pasado mes de diciembre de 2018.