Cierra el Bar Marino I: fin a 40 años de servicio
La baja de su cocinera durante los próximos tres meses y el no encontrar personal para suplirla ha llevado a su dueño a poner fin a cuatro décadas sirviendo cafés, cañas y tortillas
El bar Marino I, sita en Villaquilambre, cierra sus puertas para siempre. Su dueño, Gerardo, ha sufrido en sus propias carnes la escasez de camareros y trabajadores de la hostelería producida en León para sacar adelante su bar, con el que lleva sirviendo cafés y cañas desde 1983.
Después de 40 años tras la barra del bar, una inminente llamada de la Seguridad Social a su cocinera para que ingresase «al día siguiente» en el hospital le ha dejado en la estacada. «Me he quedado tirado», comenta Gerardo a leonoticias, que intentó salvar el bache con la ayuda de su madre, pero que por temas de edad (tiene 78 años) le es imposible continuar ayudando a su hijo para atender a la gran cantidad de clientes que cada día entraban al bar Marino I. «No puedo tenerla ahí durante los tres meses de baja que va a estar la cocinera, no le da», lamenta.
«Cerrado por depresión»
Un total de cinco carteles copan los cristales del bar donde asegura que cierra «por depresión». Sin embargo, Gerardo reconoce que lo puso «por poner algo», porque el motivo real era la baja de su cocinera durante los próximos tres meses. «La razón es esa, que no tengo gente para trabajar. Por eso tengo que cerrar la puerta», asegura cabreado. Además, añade que ha ofrecido trabajo a dos personas con experiencia en la hostelería pero ambos dieron respuesta negativa.
Aunque los carteles que se pueden apreciar en el bar aseveran que será algo temporal, lo cierto es que el cierre tiene carácter permanente. De hecho, Gerardo ya se ha dado de baja como autónomo, por lo que no tiene pensado volver a abrir. «Ya trabajaré de lo que sea, me da igual», dice, «me buscaré la vida, pero desde luego que no voy a abrir otra vez». «No puedo tener como perros a mi madre y a mi hijo trabajando», explica.
En este sentido, el bar donde al día cocinaban 17 tortillas pone punto y final a cuatro décadas siendo uno de los principales establecimientos de la localidad. Y todo por un problema que cada vez más hosteleros padecen y que les lleva a tener que 'echar la trapa': la escasez de gente dedicada al sector.
