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Encuentro de bolilleros en Lorenzana. I. Santos

Tradición a golpe de bolillos

Éxito de participación en el cuarto encuentro de encajeras de bolillos en Lorenzana, donde 150 participantes demuestran su destreza con los hilos en esta complicada técnica textil

AC.

León

Sábado, 21 de septiembre 2019, 13:04

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En Lorenzana hay un tintineo que empieza a ser familiar. Es el de los bolillos, esos que desde hace cuatro año se citan en esta localidad para dar alas al encuentro de encajeras bolillos.

Disciplina, orden, buena vista y, sobre todo, mucha paciencia. Son las cualidades que requiere el encaje de bolillos una tradición ancestral que está más viva que nunca. Bien lo saben las 150 bolilleras que este sábado han demostrado su destreza con los hilos en esta complicada técnica textil en un nuevo éxito de convocatoria para Cuadros.

Puntillas, ligas o tapetes han empezado a cobrar vida de la mano de esta bolillera que, cada una con sus trucos y manías, no separan la vista de los nudillos sobre los que sostiene su labor en una cita que ya se ha convertido en un encuentro de amigas.

Una jornada a la se han sumado varios hombres así como un pequeño de San Andrés que han demostrado su destreza con los hilos, rompiendo estereotipos y desterrado el mito de que los bolillos es solo cosa de mujeres.

Encuentro en el que se han podido ver diferentes técnicas a la hora de realizar bolillo y que ha permitido intercambiar experiencias entre las asistentas que han dejado boquiabiertos a todos los asistentes con la destreza y maestría con la que los bolillos se mueven entre sus dedos.

Intensa jornada en la que se han celebrado demostraciones y en la que se han expuesto trabajos de esta hermosa tradición de una afición que año tras año gana adeptos.

El 'encaje de bolillos' es una técnica de encaje textil que consiste en entretejer hilos que inicialmente están enrollados en bobinas, llamadas bolillos, para manejarlos mejor.

A medida que progresa el trabajo, el tejido se sujeta mediante alfileres clavados en una almohadilla, que se llama «mundillo». El lugar de los alfileres normalmente viene determinado por un patrón de agujeritos en la almohadilla, también conocido como «picado».

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