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Una conductora de Alsa durante la protesta en la Estación de Autobuses de León. R.F.
La «falta de diálogo» condena al transporte de León a una huelga indefinida

La «falta de diálogo» condena al transporte de León a una huelga indefinida

Se han convocado diez nuevas jornadas de movilización antes del parón total para instar a Alsa a iniciar las negociaciones

Lunes, 29 de abril 2024, 13:40

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León se ve abocado a la huelga indefinida en el transporte metropolitano y regional a partir del 1 de junio.

El comité de empresa de las dos filiales de Alsa –TAR y Calecar- han anunciado el recrudecimiento de las protestas ante la «falta de diálogo y colaboración» por parte de la matriz.

Los sindicatos han reaccionado así a la «falta de respuesta» a los trabajadores por parte de la empresa y a pesar del acercamiento del comité y el delegado de personal. «La empresa no nos ha recibido», sentencian. Todo ello tras una semana en la que se ha habido dos días de paralización y cumplimiento de servicios mínimos.

Según relatan, Alsa avanzó en una reunión informal que sus puertas «siempre estaban abiertas» para negociar un acuerdo «justo y equitativo» para ambas partes. Una cita que no ha llegado.

Ante esta situación, los trabajadores iniciarán una huelga de diez jornadas que salpicará diferentes fechas del mes de mayo -en concreto serán los días 10, 13, 15, 17, 20, 22, 24, 27, 29 y 31 de mayo-. A ello se sumará una huelga indefinida a partir del 1 de junio.

«Es lamentable que, a pesar de nuestros esfuerzos por tender la mano y buscar soluciones que beneficien tanto a los trabajadores como a la empresa, la falta de respuesta por parte de la dirección ha sido evidente y desalentadora», recogen en un comunicado.

El comité no cierra la puerta al acuerdo e insta a Alsa a comenzar las negociaciones «de buena fe» y buscar una salida «justa» para todos los implicados.

El sindicato apuesta por garantizar unas condiciones laborales «dignas», lo que implica que los trabajadores puedan disponer de una hora de entrada y salida, rebajar la disponibilidad y que cese la «hipervigilancia» a la que apuntan por la instalación de cámaras en los vehículos.

Las acciones continuarán en caso de que la empresa «persista en la falta de diálogo» y lamentan el trastorno que ocasionarán a los usuarios.

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