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¿Quién decide lo que se lleva?

¿Quién decide lo que se lleva?

Las grandes pasarelas ya no son la única inspiración. La calle tiene la última palabra

Sábado, 19 de septiembre 2020, 00:06

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Si echa un vistazo a las tiendas de las grandes cadenas de moda no tardará en encontrarse con una camiseta con hombreras. Sí, hombreras. Las creíamos desterradas para siempre pero, de repente, se acomodan en jerseys de punto, en trajes de corte masculino, en vestidos... Es la moda de este otoño, ya ven que todo vuelve... Ocurre lo mismo si curiosea por las redes sociales, convertidas en auténticos escaparates virtuales, donde millones de personas muestran al mundo lo que se lleva y que –¿casualmente?– es casi lo mismo en cualquier parte del planeta. De las calles de Madrid a las de Nueva York o Estocolmo. «Estamos en un mundo globalizado e hipercomunicado y eso también se refleja en la moda», coinciden los especialistas del sector.

Hoy en día las tendencias evolucionan y cambian más rápido que nunca. Lo que se lleva ahora puede que dentro de un par de meses sea tan solo un recuerdo estético superado por otro más a la moda todavía. Pero, ¿quién dicta lo que nos vamos a poner en los próximos meses? ¿Dónde se decide si las faldas son más cortas esta temporada o los pantalones más anchos? ¿Por qué de repente todas las prendas se tiñen de un color determinado?

«En realidad es la confluencia de muchos factores. No existe un oráculo que desde su púlpito proclame al mundo lo que se va a llevar, pero sí es verdad que hay tres grandes vectores que, de alguna manera, son los que marcan las tendencias estéticas de cada momento», explica Pepa Bueno, directora ejecutiva de ACME (Asociación Creadores de Moda de España).

Por un lado, está la industria textil pura y dura. Es decir, los tejidos con los que se confeccionan las prendas. «Existen empresas especializadas que analizan la producción mundial de las diferentes materias primas para que las marcas conozcan de primera mano con qué tipo de materiales pueden contar a la hora de diseñar sus colecciones. Si, de repente, vemos que una temporada se llevan muchísimo las prendas de algodón o las de punto no suele ser casualidad. Lo más probable es que ese año haya mucha producción de ese material en el mercado», ilustra Bueno.

El éxito de la minifalda

Después están, por supuesto, las grandes firmas de mundo de la moda –Saint Laurent, Chanel, Gucci, Prada, Balenciaga, Burberry...– con sus espectaculares puestas en escena y mediáticas e impagables alfombras rojas que, de alguna manera, sirven de inspiración y marcan por dónde van a ir las tendencias de cada temporada. «Antes eran aún más influyentes que en la actualidad, pero siempre hay casas a las que toda la industria de la moda mira», admite la directora ejecutiva de ACME, a la que pertenecen las firmas más relevantes del diseño patrio.

Y estas grandes firmas, ¿en qué o en quién se inspiran para diseñar sus colecciones? «Pues puede ser desde un cuadro al personaje de una película o en una época o cultura determinada. Esto no solo tiene que ver con la moda, sino con el espíritu de los tiempos –señala Bueno–. En los años 20, por ejemplo, las mujeres llevaban el pelo a lo garçon y la falda más corta porque, de alguna manera, había un movimiento de liberación de la mujer que hacía que esas tendencias fuesen posibles. Lo mismo ocurrió con Mary Quant, que no solo puso de moda la minifalda. Construyó un look que recordaba los uniformes escolares con calcetines por debajo de la rodilla porque, en ese momento, socialmente se estaba reivindicando el protagonismo de la juventud frente a la madurez, más de moda en otras épocas».

Y todo esto nos lleva a la tercera razón y «más importante» que explica por qué se pone de moda una determinada prenda o estilo y que no es otra que la propia calle. Sí, usted. De hecho, todas las grandes marcas –desde las firmas de lujo a las 'low cost'– pagan fortunas a los analistas de tendencias para poder satisfacer nuestros gustos antes que la competencia. La agencia internacional WGSN, una de las más importantes del sector a nivel mundial, lleva más de una década analizando las tendencias para marcas como Inditex, Mango, Nike, Valentino o Loewe, pero también para fabricantes de coches o empresas tecnológicas.

Las uñas de Rosalía

«La clave para crear una tendencia que de verdad cale en la gente es entender cómo de relevante será para sus estilos de vida. Este invierno, por ejemplo, seguro que se van a vender muy bien las prendas cómodas porque mucha gente todavía sigue trabajando desde casa. De hecho, seguro que la venta de partes de arriba y joyas triunfará porque es lo que se ve en las videollamadas», señala Francesca Muston, vicedirectora de Contenido de Moda de WGSN.

«Nunca como ahora se miró tanto hacia la calle. Lo que llevamos, cómo lo llevamos... La moda se ha democratizado en el sentido de que en todas las clases sociales hay gente a la que le interesa. Cada uno en su estilo y en su nivel económico, pero la gente se fija, consume moda. Siempre que nos vestimos hacemos una declaración de intenciones. Esto siempre ha sido así, pero ahora mucho más. Por ejemplo, Rosalía puede ser de tu estilo o no. Puede gustarte más o menos, pero nadie puede negar que con su estética y sus uñas ha logrado crear una tendencia», concluye Bueno.

Comprar menos, comprar mejor y de más calidad

En la moda pasa como en la gastronomía, la hay 'fast' y 'slow', y los dos términos obedecen prácticamente a los mismos principios. La moda lenta o 'slow fashion' pretende desterrar de nuestros armarios la compra compulsiva de ropa en favor de una selección más cuidada de prendas de mayor calidad y más atemporales. «Se trata de comprar menos, con más sentido de la responsabilidad y más cabeza», resume la directora ejecutiva de la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME), cuya apuesta es precisamente el 'slow fashion' frente a la moda de consumo rápido de las grandes cadenas.

Los diseñadores españoles, entre los que se encuentran firmas como Adolfo Domínguez, Purificación García, Teresa Helbig o Moisés Nieto, entre muchos otros, quieren transmitir al consumidor el «gran valor» de la moda de autor. «Se produce en proximidad, con mano de obra local, en ediciones pequeñas, con tejido de muy alta calidad, con una confección muy cuidada y con un valor añadido muy relevante como es la incorporación de artesanías tradicionales llevadas al mundo del diseño contemporáneo», resume Pepa Bueno.

VUELVEN LAS HOMBRERAS

Si no le convencen, lo siento pero esta temporada se cansará de ver hombreras por todas partes. Fue el complemento que definió la estética de los 80 y, cuatro décadas más tarde, vuelve a llenar los armarios de medio mundo. Camisetas, chaquetas, cazadoras, vestidos... La hombrera vuelve y lo hace con mucha fuerza. Las grandes cadenas de moda, siempre atentas a las últimas tendencias, las han incorporado a una buena parte de sus prendas.

MANGAS CON MUCHO VOLUMEN

Las mangas especiales y con mucho volumen también tendrán su hueco en la nueva temporada. «Suelen crear unos looks muy dramáticos, casi teatrales, pero en realidad son muy cómodas de usar. Puedes poner un abrigo por encima sin ningún problema porque la mayoría de los diseños se adaptan perfectamente», asegura la experta Francesca Muston, vicedirectora de Contenido de Moda de la agencia internacional de tendencias WGSN.

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PUNTO, PUNTO Y MÁS PUNTO

El punto, sobre todo grueso, será uno de los tejidos estrella de esta temporada. Pero no solo en jerseys o cárdigans, sino también en pantalones e incluso en shorts. «Es cómodo y resulta muy agradable tanto para estar en casa como para salir a la calle. Después de pasar tantos meses confinados y con mucha gente todavía en teletrabajo, no es de extrañar que este año encontremos muchas prendas cómodas, pero también bonitas para estar en casa», explican los expertos.

EL TRIUNFO DE LOS TONOS NEUTROS

El Pantone Color Institute, todo un refente en el mundo del color a nivel mundial, lo dejó muy claro dentro del marco de la Semana de la Moda de Nueva York cuando dio a conocer su informe de tendencias para esta temporada. «Los colores para este 2020/2021 reflejan nuestro interés por los tonos clásicos, atemporales y llenos de personalidad. Hemos despojado nuestra paleta de cualquier exceso en la línea con la filosofía del 'menos es más'».

LOS 80 EN VERSIÓN LIGHT

Muchas de las colecciones de esta temporada se inspiran en los excéntricos años 80, pero como en una especie de versión edulcorada. El patronaje, la estética y determinados 'looks' recuerdan en cierto modo a los desfiles de esa época, pero con líneas mucho más depuradas. Las hombreras, los cortes trapezoidales de los trajes, incluso el dorado que tiñe muchos de los accesorios y complementos.

MUCHAS PIEZAS CON 'EFECTO CUERO'

Otra de las tendencias que podemos ver ahora mismo en las tiendas físicas y 'online' es la gran cantidad de prendas de 'efecto cuero' que presentan las diferentes firmas. Cazadoras –una de las piezas estrella del otoño–, pantalones, vestidos, faldas... que conviven en armonía con otro de los tejidos que más vamos al ver en la calle: el 'denim'.

CAZADORAS Y TRAJES DE CORTE MASCULINO

El traje vuelve, de eso no hay duda. No hay tienda en la que en una de sus secciones no puedas encontrarte con un dos piezas de blazer y pantalón, tanto en tonos lisos como a cuadros, uno de los estampados que nunca dejan de llevarse. Algo parecido ocurre en los últimos años con los maxiabrigos, perfectos para llevar con los trajes de corte masculino. Chalecos y cazadoras completan las tendencias en cuanto a prendas de abrigo.

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