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Jueves, 17 de marzo 2016, 17:09
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Londres posee el dudoso título de ser la capital europea con mayores niveles de dióxido de nitrógeno (NO2). En 2004, la Comisión Europea llamó la atención al gobierno británico por no cumplir las obligaciones, pero ahora es cuando se ha puesto a trabajar en el problema.
Desde este ejercicio, patrullas de diez palomas "vigilan" el aire londinense equipadas con detectores para medir los niveles de NO2.
Estos captores detectan también los compuestos orgánicos volátiles y están controladas en todo momento con un GPS y localizables en tiempo real en la web pigeonairpatrol.com.
La iniciativa está lanzada promovida por la startup francesa Plume Labs, que además ha desarrollado la app Plume Air Report, que ofrece información sobre el nivel de contaminación de 300 ciudades de todo el mundo.
Este experimento forma parte de una iniciativa más amplia de Plume Labs, que quiere que un centenar de londinenses lleven los mismos captores para seguir en tiempo real la calidad del aire del lugar en el que se encuentran a través de su smartphone.
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