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El adenocarcinoma se sitúa en la parte de la mucosa del esófago.
Evitar y controlar el Esófago de Barret, medida de prevención oncológica

Evitar y controlar el Esófago de Barret, medida de prevención oncológica

La obesidad, el tabaco, las comidas grasas y especiadas y las bebidas duras son factores de riesgo para desarrollar Esófago de Barret

redacción

Viernes, 3 de febrero 2017, 12:18

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El esófago de Barret es una patología provocada por una agresión química y física continuada en el tiempo en la mucosa del esófago, la parte más superficial de este órgano. Según el doctor Gonzalo Guerra Flecha, especialista en aparato digestivo y fundador del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (www.cmed.es), «la agresión más común es la provocada por el paso del ácido clorhídrico del estómago al esófago producido por un mal funcionamiento del anillo esofágico inferior o cardias».

El esófago, es un tubo cilíndrico de unos 35 cm de longitud en el adulto y unos 3 cm de diámetro, y conecta la faringe y el estómago, para el traslado de los alimentos, desde la faringe hasta el estómago, con una zona final llamada cardias, que también evita que los alimentos y jugos gástricos vuelvan al esófago.

Cuando el cardias no funciona correctamente se produce una patología gastroenterológica muy frecuente, el reflujo gastroesofágico. El doctor Guerra apunta que «hay personas que lo tratan desde el primer momento con un especialista en digestivo, sin embargo, muchas más de las que pensamos se automedican y la agresión química violenta muy repetitiva puede llegar a producir variaciones en el ADN de las células de la mucosa, y en consecuencia una displasia, la precursora del cáncer».

La incidencia del cáncer de esófago en la población que padece Esófago de Barret es 30 veces superior al de cualquier otra persona. «Lo único positivo es que se puede prevenir ya que el diagnóstico del Esófago de Barret es relativamente sencillo», apunta el fundador de CMED.

Diagnóstico

Tal y como informa el experto, hoy en día disponemos de diferentes técnicas para diagnosticar el esófago de Barret y, por tanto, prevenir la aparición del cáncer de esófago asociado a esta enfermedad, el adenocarcinoma.

Gastroscopia: permite una visión real del esófago a la vez que tomar muestras para ser analizadas mediante anatomía patológica.

Phmetrías esofágicas: tienen como objetivo cuantificar la cantidad de ácido que existe en el esófago procedente del estómago, cuando el paciente ya está en tratamiento para el Esófago de Barret. Es un control necesario para evitar que la enfermedad avance a una displasia.

Antes de que esta enfermedad progrese, y aparezca la palabra displasia, se recurre a la cirugía, que consiste en hacer una bufanda alrededor del esófago con la propia pared del estómago. Esta operación se denomina 'Funduplicatura NISSEN 360º' y se realiza por vía laparoscópica, lo que implica una recuperación más rápida y menos traumática para los pacientes.

Población de riesgo

Personas obesas debido al aumento de la presión en la cavidad abdominal y facilidad de padecer reflujo gastroesofágico.

Fumadores de más de 5 miligramos de nicotina al día.

Personas con una alimentación muy especiada y grasa.

Bebedores habituales de bebidas de alta graduación.

La incidencia del cáncer de esófago, no solo el provocado por esta patología, es según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) de 8/100.000 hombres y 1/100.000 mujeres, lo que se traduce en casi 2.100 casos nuevos al año y lo convierte en el cuarto cáncer digestivo más frecuente, detrás del colorrectal, el gástrico y el hepático. Representa el 1% de todos los cánceres.

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