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Concentración de defensa de una atención primaria digna. R.C.
Treinta medidas para sacar de la UCI a la Atención Primaria

Treinta medidas para sacar de la UCI a la Atención Primaria

Los profesionales exigen que en 2020 los centros de salud y consultorios reciban el 20% del presupuesto sanitario para evitar que el 45% de los médicos tenga sobrecarga de pacientes

Lunes, 13 de mayo 2019, 15:28

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El Foro de Atención Primaria, las ocho principales organizaciones de médicos de familia y pediatras, exigieron este lunes a las comunidades autónomas la puesta en marcha de 30 medidas urgentes para «salvar» los centros de salud y consultorios, un modelo que indicaron «está en la UCI» por la falta de recursos, la sobrecarga de los profesionales y las largas esperas que soportan los pacientes.

La valoración más dramática la hizo Gabriel del Pozo, vicesecretario general de la confederación de sindicatos médicos CESM. «La primaria está quemada. Estamos en una crisis que puede dar paso a su desaparición. Si no solucionamos los problemas de la primaria, se nos muere. Al paciente lo tenemos en la UCI. Son medidas urgentes, a aplicar sí o sí. Se trata de sobrevivir».

La reclamación fundamental del documento de consenso es la exigencia a las comunidades de que aumenten de forma considerable los presupuestos destinados a la Atención Primaria, como única forma de abordar las urgencias en personal y equipamientos y las mejoras de la gestión y de la cartera de servicios sin las que se ahogan los centros de salud.

El Foro pide a todas las comunidades que el presupuesto para Atención Primaria suponga ya en 2020 al menos el 20% de todo el destinado a sanidad -ahora de media está en el 14%- y que cinco años más tarde se alcance el 25%. Los recortes de gasto público por la crisis se han cebado en este primer nivel de atención sanitaria, al que de media se le ha rebajado un 34% de recursos frente a los hospitales. El resultado es la saturación. Las estimaciones más conservadores indican que faltan más de 2.200 médicos de familia y un millar de pediatras y que el 45% de los profesionales tiene asignado un cupo superior a los 1.500 pacientes, considerado como el límite para asegurar una correcta atención médica.

Los profesionales consideran que salvo que las administraciones públicas asuman este compromiso mínimo de financiación será imposible cumplir con el recién aprobado Marco Estratégico para la Atención Primaria -pactado por el Gobierno y la mayoría de las autonomías-, que se marca como objetivos que en 2022 ningún médico de familia tenga más de 1.500 pacientes (1.000 los pediatras), que nadie deba esperar más de 48 horas para lograr cita con su médico, o que se amplíe la cartera de servicios del sistema con la atención habitual de los enfermos crónicos y dependientes.

La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC) ha hecho una cálculo de los recursos adicionales necesarios en los próximos cinco años. Calcula que se precisan 4.350 millones más, 2.850 para aumento de personal, 1.250 millones para mejora de equipamientos de centros de salud y consultorios, y 250 para nuevo equipamiento asistencial.

El 50% del MIR

El siguiente bloque principal de exigencias es el personal. Llaman a las comunidades a sentarse a calcular el aumento de médicos y pediatras necesarios para salir del colapso y consideran que para poder cubrir las necesidades haría falta que casi el 50% de las plazas MIR de los próximos años se destine a formar estas especialidades, cuando ahora no llegan a un 33%. Los estudios de SemFYC indican que, si no se toman medidas excepcionales, en 2030 faltarán en España 6.000 médicos de familia, y el Foro hace hincapié de la urgencia de priorizar la formación y contratación de pediatras en la próxima década, porque la mitad de los existentes se va a jubilar en 15 años.

Piden que haya oferta de empleo público para estas especialidades al menos cada dos años, que todas las comunidades autónomas tengan organizadas bolsas de trabajo específicas por mérito y capacidad para responder el empleo temporal, y un plan para cubrir ausencias y sustituciones con personal voluntario y retribuido. También reclaman que ya en 2020 haya planes específicos para cubrir las plazas de especial dificultad -por razones geográficas, demográficas o estacionales-,que debería ser incentivadas con un 15% más de salario.

Reducir burocracia

Para mejorar la calidad del servicio, piden que los profesionales dediquen un 30% de su tiempo a investigación y docencia -y que sean incentivados por este esfuerzo-, que la Medicina de Familia sea una asignatura con presencia en todas las especialidades de Medicina, que los MIR de Pediatría pasen seis meses (ahora tres) en los centros de salud, y que se descargue a los médicos de las tareas burocráticas, que ahora les ocupan el 20% de su jornada, que se traduce en peor atención y retrasos.

El documento también pide una actualización tecnológica que dé entrada a servicios como las consultas no presenciales; un sistema de avisos en la historia clínica que garantice que pacientes de grupos de riesgo no se quedan fuera de las pruebas para la detección temprana del cáncer o de patologías crónicas; y el establecimiento de protocolos que mejoren la adhesión a los tratamientos de los pacientes y que coordinen y eviten fallos, duplicidades y gastos innecesarios en el uso de los medicamentos en los tránsitos entre Atención Primaria y los servicios de urgencias y hospitalarios.

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