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Las ONG luchan por recuperar su prestigio tras el escándalo de Oxfam en Haití

Las ONG luchan por recuperar su prestigio tras el escándalo de Oxfam en Haití

Las organizaciones analizan sus prácticas y refuerzan los controles internos para frenar la crisis de credibilidad

Álvaro Soto

Madrid

Sábado, 17 de febrero 2018, 00:55

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l escándalo de Haití representa la mayor pesadilla que cualquier ONG puede concebir. El caso denunciado en Oxfam y los de otras organizaciones merman la credibilidad de unas entidades que pueden hacer su labor, precisamente, gracias al prestigio ganado actuando durante mucho tiempo en las zonas más peligrosas del planeta. Para tratar de recuperar ese prestigio, las ONG han comenzado a analizar sus prácticas, a aumentar sus controles internos y a anunciar planes de acción.

Oxfam, protagonista del escándalo de Haití, lo ha hecho con contundencia. Primero, ha pedido perdón. «Lo que ocurrió en Haití es una mancha sobre Oxfam que nos avergonzará durante años y con razón», dijo ayer Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional. Y después, ha avanzado medidas contundentes.

Así, creará una comisión independiente, que abrirá en canal la ONG. También, trabajará a distancia, tendrá acceso a los registros de sus empleados y los entrevistará para identificar los abusos. Además, triplicará la financiación de los programas de protección para las víctimas de acoso y aumentará la formación en este campo.

En la misma línea actuará Médicos Sin Fronteras, también zarandeada por el escándalo. El Comité de Comportamiento de Médicos Sin Fronteras en España recibió 14 quejas o denuncias de comportamiento inadecuado entre sus 6.000 trabajadores. De esas 14 quejas, diez fueron confirmadas como comportamiento inadecuado y seis fueron confirmadas como casos de acoso sexual. Y de esas seis, los cuatro que se consideraron más graves llevaron a que la organización finalizara el contrato de los trabajadores y a que se les comunicara que no podrán volver a trabajar con MSF en el futuro. En los otros dos casos, la sanción fue un aviso formal, lo que significa que si hay una segunda falta, el trabajador terminará despedido.

MSF explica que «ninguno de los seis casos confirmados como acoso sexual tuvo lugar en territorio español ni ha implicado a ciudadanos españoles. Todos se dieron sobre el terreno en los países en los que tenemos proyectos». La entidad «dispone de mecanismos de reporte y denuncia, así como de investigación y gestión de este tipo de casos desde hace años», y anuncia más iniciativas: crea un nuevo puesto en las misiones sobre el terreno y ha contratado a una persona cuya principal tarea es la de informar y formar al personal sobre los comportamientos inadecuados y abusos, cómo identificarlos y cómo gestionar su reporte y denuncia.

«El nivel de transparencia y autoexigencia de las ONG en España es alto», dicen en la Fundación Lealtad

En España, la Fundación Lealtad actúa como un evaluador externo que otorga el sello ONG Acreditada a las organizaciones que acceden al proceso de acreditación. Un proceso que examina 43 indicadores, como el funcionamiento del órgano de gobierno, las actividades, la comunicación o el control de uso de fondos. Actualmente, hay 180 ONG acreditadas, aunque entre ellas no está Oxfam Intermón. «El nivel de transparencia y autoexigencia de las ONG en España es alto. Es un sector profesionalizado y consciente de la importancia de su gestión y de la rendición de cuentas», explica la directora general de la Fundación Lealtad, Ana Benavides.

Pero la pregunta que ahora se hacen todos los socios de las ONG es: ¿Puedo estar seguro de que mi dinero se destina a fines solidarios? «Los donantes pueden y deben informarse sobre cómo trabajan y cómo toman las decisiones las ONG con las que colaboran. Esta información está disponible en sus páginas web, en sus memorias de actividades, etc...», asegura Benavides.

Marta Iglesias, vocal de Incidencia Social de la Coordinadora de Organizaciones de Cooperación para el Desarrollo, recuerda que las ONG «no son burbujas de la sociedad. Es verdad que promueven valores, pero tampoco son ajenas a comportamientos machistas». «Entiendo la frustración de los colaboradores, porque nosotros también la tenemos, pero es muy importante señalar que estos casos son aislados. Creemos que la sociedad sabrá valorar que el trabajo de las ONG es muy importante y lo seguirá siendo», subraya Iglesias.

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