Silencio a los pies del Moreno
El Cristo de la Bienaventuranzas ha recorrido un enmudecido barrio de San Claudio que ha vivido intensamente el tradicional Vía Crucis de este Sábado Santo
a.cubillas
Domingo, 9 de abril 2017, 10:59
Procesión sobria donde las haya donde el incienso se ha entremezclado con un embriagador silencio, tan sólo roto por el sonido del tambor y la carraca. La Cofradía del Santo Cristo de la Bienaventuraza ha protagonizado este sábado su tradicional Vía Crucis empañado el año pasado por las intensas lluvias.
Su sede, la iglesia parroquial de San Claudio, ha sido el punto de partida de esta procesión tras la celebración del último de los tres oficios que se han venido celebrando en los días previos como como Triduo al santo Cristo de la Bienaventuranza.
Antorchas para romper la oscura noche al paso de la imagen del cristo yacente, sin trono, directamente sobre el hombro de cinco hermanos que se relevan por turnos sin que la imagen descanse en el suelo.
Tras los faroles y la cruz de guía, que de nuevo han abierto la marcha, han seguido el guion o emblema de la Cofradía, la Cruz alzada y la Cruz de difuntos, de fuerte contenido simbólico, ya que en su centro una placa, que se coloca en la cruz tras su lectura previa al comienzo de cada procesión, recuerda a los hermanos difuntos.
La anónima imagen del Cristo de la Bienaventuranza, conocida entre los hermanos como el Cristo Moreno, lleva grabada su historia al observarse en ella una policromía muy oscura en recuerdo del cristo de la Cruz quemada, que originariamente se encontraba en la capilla del derruido Monasterio y que en el incendio del mismo adquirió ese color.
Y así, paso a paso, las catorce estaciones del Vía Crucis se han ido sumando durante el recorrido por la barriada de San Claudio en la que el Cristo y el acto procesional cuentan con numerosos fieles que se han sumido en el silencio en la noche de este Sábado Santo.