Los crucíferos salen con su carga desde el monasterio de San Francisco el Real. Irene de Celis

El crucífero, símbolo del Silencio: «Nadie se entera de quiénes son»

La Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración y del Silencio custodia en la sala de cruces la 'penitencia' que estas personas anónimas portan en procesión cada Miércoles Santo: «No les pedimos explicaciones; simplemente salen en la procesión»

Domingo, 26 de marzo 2023, 09:20

Son una figura singular dentro de la Semana Santa de León. Su penitencia, anónima y solemne, se ha sumado como una tradición más y desde sus orígenes a la Procesión del Silencio en Miércoles Santo.

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Personas que, en acto de penitencia, cargan con el peso de la cruz imitando el sufrimiento de Jesús hacia el monte calvario.

La Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración y del Silencio custodia en la Sala de Cruces del monasterio de San Francisco el Real las cruces de carga que portan de forma anónima personas de la calle.

Expiración y Silencio

Se trata de una figura tan antigua como la propia cofradía. En 1991, un grupo de jóvenes «veinteañeros» que querían hacer «algo nuevo en el espíritu de la Semana Santa» forjaron esta penitencial que entregó a los crucíferos la categoría de «figura central» de sus actos procesionales.

Nadie conoce a los crucíferos. Simplemente acuden, cogen su cruz penitencial y participan en la procesión con el rezo del credo y cargando con su sacrificio. Acuden por motivos personales, interiores, y en el anonimato. «Nadie se entera si sales de crucífero con nuestra cofradía».

Cómo ser crucífero

Pero, ¿cómo puede una persona ser crucífero? Es tan sencillo como acercarse al convento, apuntarse en la lista y acudir a la hora indicada el Miércoles Santo. «Te metemos en una sala fuera del contacto del resto de hermanos, te cambias, meditas, esperas al resto de los crucíferos y sales. Pero no se mantiene contacto con el resto de la gente», señala el mayordomo Juan Jesús Antoñón.

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Su función es portar la cruz penitencial, rezar el credo durante las tres horas que dura la procesión y caminar junto al resto de hermanos bajo la túnica. «Lo hacen agradeciendo algún favor o gracia concedida. Siempre son motivos personales los que les lleva a venir con nosotros». Y no son pocos los que participan, alguna vez se han llegado a quedar sin las 40 cruces que guardan en el monasterio. «Salir salen igual todos, aunque los últimos lo tienen que hacer sin cruz».

Los crucíferos portan su carga en LeónVer 16 fotos

La sala de cruces alberga los elementos que cargan los crucíferos. R.F.

Ellos forman parte de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración y del Silencio, una de las penitenciales leonesas que conserva la tradición y las reglas más solemnes de la Semana Santa. Para ser hermano de esta cofradía, lo único que les diferencia del resto es que debes estar confirmado. No hay mayoría de edad. Y los crucíferos son personas voluntarias a las que «no pedimos explicación, simplemente salen en la Procesión del Silencio».

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Este año lo volverán a hacer. Portarán sus cruces, aún en un número por determinar, y pasearán por León bajo capillo, muchos de ellos descalzos, y portando la cruz. Siempre en silencio, como marca la procesión, rompiendo con el ruido del credo su anonimato en la túnica.

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