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Múltiples tesoros, historias y patrimonio cultural se encuentran en Ardón.

Ardón guarda grandes riquezas culturales

Desde la época romana, pasando por la medieval hasta el mundo contemporáneo han dejado huella en forma de monasterio e iglesias en esta localidad leonesa

Leonoticias

Ardón

Miércoles, 30 de marzo 2022, 08:17

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León guarda múltiples tesoros, historias y patrimonio cultural. Tres riquezas que se encuentran en Ardón. Esta localidad de leonesa guarda un gran patrimonio cultural. Desde la época romana, pasando por la medieval hasta el mundo contemporáneo han dejado huella en estas tierras.

Sin duda alguna monasterio de los Santos Justo y Pastor de Val de Ardón es uno de los que más huella ha dejado.

En el año 974 se restauró Rozuela, monasterio de los Santos Justo y Pastor de Val de Ardón en Val de Mahude. El notario puntualiza Santos Justo y Pastor del Esla, de Ardón, del Esla y el Bernesga.

El monasterio de Cellanova, monasterio de Villa Fhalaou, nombre del lugar de erección, del año 952 al 961 está regido por el insigne abad Julián.

Rozuela sienta preeminencia sobre Celanova ya que en 1033 los hermanos Fronimio y Pelayo Qualdioz disponen de los bienes de su hermano fallecido, Domingo, abad del monasterio de los Santos Justo y Pastor de Rozola y allí había enseñado letras, recibió órdenes sagradas, pasó su vida y murió. Los dos monasterios estuvieron bajo la misma dirección abacial.

Citas históricas del monasterio

El 27 de agosto del año 943, Vicente y sus hermanos donan al monasterio de los Santos Justo y Pastor de Cillanueva de Ardón la iglesia de San Esteban del Cea.

El 29 de noviembre del año 956, Era Cristiana de 994, Sendina dona a este monasterio de los Santos Justo y Pastor de Cillanueva de Ardón sus bienes en Sollanzo.

El 11 de diciembre del año 956 Vermudo dona al monasterio de San Justo y San Pastor de Cillanueva de Ardón sus heredades en Mansilla y Grajalejo.

Los abades de este monasterio

Se erigió el monasterio con carácter patrimonial y privado por el conde Berulfo o Arnulfo, asturiano de Pola de Allende y se hallaba enterrado aquí. En el año 915 ya vivía en el monasterio una comunidad regular y su propio hijo, también de nombre Berulfo, entregó este monasterio al obispo Frunimio, así como otros pueblos del Esla y del Cea.

En el año 932 el abad del monasterio era Bera, en 947 gobierna el abad Esperaindeo y en 952 el abad Julián.

Las reliquias santas en Ardón

La consagración de los monasterios de Rozuela y Cillanueva a los Santos Justo y Pastor vendría impuesta por la posesión de alguna sagrada reliquia de su martirio, traída por la emigración de algún mozárabe, ya que esa era la razón de la mayor parte de los cenobios de esta época.

La posesión de estas reliquias se documenta en fechas de 22 de abril del año 932, 20 de octubre de 954, 28 de mayo de 958, 8 de julio de 1033 y 24 de febrero de 1037, según obra en el tumbo de la catedral.

Los vestigios de Cillanueva

El monasterio de Cellanova, Cillanueva, fue muy estimado por los reyes Don Ramiro II y sus hijos Don Ordoño III y Don Sancho el Gordo, y algo tenía que ver con el cariño de esta predilección la victoria de Simancas por el gran Don Ramiro II el 5 de agosto del año 939, víspera de la fiesta de conmemoración de los Santos Justo y Pastor de Cillanueva.

Se hallaba situado este monasterio entre Cillanueva y Banuncias, y siendo un kilómetro la distancia que separa ambos pueblos estaría a cuatrocientos metros al mediodía de Banuncias y a 600 metros al norte de Cillanueva. El lugar donde se cree que se asentaba este monasterio le llaman Los Sanmartines, que quiere decir: Los Santos Mártires, refiriéndose a los Santos Niños Mártires Justo y Pastor.

Cristo románico

Para acceder a este lugar, partiendo de Cillanueva, se va por un camino de Concentración Parcelaria y este pago de Los Santos Mártires se sitúa entre el camino y el valle, a mano derecha. Este valle nace de la conjunción de otros dos valles: el de Malillos o Conforcos y el de la Huerga. Justo a la derecha de Los Santos Mártires, denominan a este valle Pielgos, que quiere decir Piélagos o conjunto de charcas. La finca de Los Santos Mártires es amplia, anduve calculando y me pareció de unas quince áreas y se sitúa como una meseta con un leve talud para bajar al valle. Tiempo atrás fue finca de viñedo y aún se localizan muchos trozos de teja y ladrillo macizo, procedentes a buen seguro de las construcciones del antiguo monasterio de hace mil años.

En este lugar se encontró, según la tradición, el Cristo románico de la iglesia de Cillanueva. Hoy se guarda en una vivienda particular para su custodia. El monasterio tuvo vida hasta el decreto de 1116 y luego su vida espiritual se trasladó al pueblo de Cillanueva, que construyó la iglesia quizá en el siglo XVII, porque sus retablos son barrocos.

Iglesia de Cillanueva

Otro de los edificios eclesiásticos a destacar es la Iglesia de Cillanueva. La iglesia parroquial bajo la advocación de los Santos Justo y Pastor era matriz de la de Banuncias, servida por un cura de primer ascenso y presentación de Su Majestad en los meses apostólicos y en los ordinarios del Cabildo catedral de León.

Recibía la correspondencia de Villamañán. Produce trigo, vino, legumbres y pastos y cría de ganado vacuno, lanar y caza de liebres y perdices.

Torre y campanario

Exhibe una torre de ladrillo, cuadrangular, que se construyó el año 1952 con un coste de 18,500 pesetas. Se accede al campanario por escalera de caracol, con peldaños de gorda tabla que se asientan al eje central montándose sobre tacos clavados. Se asciende al campanario con cuarenta peldaños y encontramos en la plataforma de cuatro troneras dos bellas campanas de forma de esquilón o tulipán.

Ambas campanas fueron fundidas por Manuel Quintana de Saldaña, la más grande de ellas mide 72 centímetros de diámetros de boca y un peso de 170 kilogramos. Su advocación es al «Bendito Cristo del Amparo».

La otra campana es algo más pequeña, de 70 centímetros y 150 kilogramos de peso. Su advocación es «JHS, María y José». Ambas campanas son del año 1959.

Interior de la iglesia

Sorprende apreciar una rústica fábrica por el exterior, con un pórtico de columnas de madera y un interior con artísticas bellezas.

Hay un arco fajón de piedra y medio punto para separar el presbiterio. El retablo central es de talla barroca, muy artístico y grande. Arriba aparecen las tallas de los santos Mártires Niños Justo y Pastor. En el centro un buen sagrario con la talla en relieve de la Resurrección del Señor. En la hornacina derecha un San Roque de gran bulto y en la hornacina izquierda hay dos tallas, un San Sebastián y un papa.

En el muro de la derecha hay un retablo de poco valor, quizá renacentista que albergaría la talla del Bendito Cristo, pero ahora muestra unas pinturas de fondo representando a la Virgen y a la Magdalena.

En el muro de la izquierda hay un retablo churrigueresco y dorado. En su hornacina se alberga una buena talla barroca de la Virgen del Rosario.

Bendito Cristo

La talla del Bendito Cristo es digna de admirar, es de los primeros momentos del románico, quizá del siglo XI, con gran cabeza, grandes manos, pies separados. Precisa restauración, porque se halla roto en la unión de brazos al tronco porque se ajustó a una cruz de tablas por manos inexpertas. La cruz no vale nada.

Arrimadas al muro hay tres piezas en piedra muy interesantes; una gran pila bautismal de una sola pieza y un metro de diámeo, una piedra arqueada con flores esculpidas como perteneciente a un arco y una basa romana, cilíndrica, de un metro de alta, donde se leen algunos caracteres de los que solo pude identificar estos: Menti-rator-seper-jovi-s-,

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