Redes: ¿Quién regula la pesca de personas?
El número muertes por suicidios y lesiones autoinfligidas entre adolescentes de 15 a 19 años entre 2006 y 2018 se ha incrementado en un 175%. ¡Un 175%!
La pesca está altamente regulada en España, en Europa y en el mundo… salvo cuando lo que se pesca son personas. Ahí prácticamente no existe la pesca furtiva: es territorio comanche.
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Como Donal Trump -no sólo ha sido bloqueado, sino que Twitter ha borrado 47 mil de sus mensajes-, yo también he tenido, más modestamente, mis problemas con las redes. Bueno, en realidad «un» problema con las redes. Al contrario que él, yo ni soy Presidente de los Estados Unidos, ni jamás he mentido conscientemente por escrito sobre nada y, por su puesto, jamás he incitado al uso de la violencia.
Una administradora, no tengo el gusto, del grupo de FB «Tú no eres de León sino…» -con más de 30.000 miembros incluidos, o no, perfiles falsos y bots-, me puso, según sus palabras, «en el congelador». Pelillos a la mar. Salvo por la honda preocupación que me causó asistir a la indefensión de quienes pertenecen a grupos, en principio inocuos, frente a quienes «administran» esos grupos, e interpretan, con mayor o menor acierto, con mayor o menor parcialidad, sesgo o manipulación a «su» rebaño. Tras ser «congelado» y quedarme helado, primera vez en mi vida, me llegó la lluvia de nombres de otras personas expulsadas del grupo entre los que se encontraban personas de talla que cuentan con todo mi respeto personal, intelectual y profesional.
La anécdota me llevó a renovar mi insistencia en recomendar, y re-recomendar hasta la saciedad -lo siento-, el documental «El dilema de las redes sociales« (7.7 en IMDB), que Netflix estrenó a finales del año pasado, sobre como las redes están destruyendo la estructura misma de las sociedades.
Entiendo: «Qué pereza. Qué cansino…». Pero hay un dato: en España, según el INE, el número muertes por suicidios y lesiones autoinfligidas entre adolescentes de 15 a 19 años entre 2006 y 2018 se ha incrementado en un 175%. ¡Un 175%!
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Facebook fue creado en 2006 -acceso permitido para quienes declaran tener más de 13-, y el iPhone en 2007.
Cada vez que se queda perpleja o perplejo, y enfurecida o enfurecido al ver la forma en que los actos de acoso escolar son reproducidos en las redes para más escarnio, o cada vez que escucha o escucho, que las redes y el móvil se han convertido en instrumentos de violencia de adolescentes contra adolescentas, mire de reojo, por un instante, qué tiene su hija delante de la nariz. O su hijo. Si es una pantalla… vean juntos, y comenten juntos, «El dilema de las redes sociales». Si le horroriza los sucedido en el Capitolio estadounidense hace unos días, no se horrorice, y piense en cuál fue el instrumento cómplice necesario en lo sucedido y mire «El dile… « Bueno, creo que se me ha entendido.
Las redes -como las armas- no son buenas ni malas, sino que la bondad o la maldad está en quien las empuña y, por eso, cuando vemos a alguien empuñando una red, o un grupo de Facebook, o uno de Whatsapp, o el Istagram de un «influencer» debemos, como poco, ponernos en guardia. Si quien empuña la red, además, lleva tapada la cara con el pañuelo del anonimato, razón de más para sacar el escudo de la prudencia extrema o, mejor aún, salir corriendo.
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Uno de los protagonistas de «El dilema…», Tim Kendal, fue la persona encargada de «monetarizar» -ese palabro que significa «hacer que de pasta»- Facebook. Abandonó la compañía por motivos éticos hace años; como Tristan Harris abandóno Google, o Jeff Seibert abandonó Twitter… por similares razones. Cuando le preguntan a Kendal «¿Cuál es el tiempo que permites a tus hijos estar delante de una pantalla?», la respuesta vino con un solo dígito: «0». Y él algo sabrá.
Ya. A ver quién le quita el móvil a ese ser que comparte techo con nosotros y su teléfono. Pues de eso va el documental.
Y ahora, una ultima cosa. Pregúntese cuántas iniciativas parlamentarias recuerda para la protección de sus hijos en las redes, cuántas para garantizar su neutralidad y cuantas para limitar lo que de usted saben quienes saben más que usted mismo. ¿Y la respuesta es…?
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«El dilema de las redes sociales», Netflix. No es propaganda, es una reflexión sobre la posibilidad de que quizá el nivel del debate político de hoy en día sea cosa más de «Salvame Deluxe« y una isla de esas, y de que -quizá- periódicos y periodistas debamos poner el foco en cosas como que si la DGT ha funcionado también salvando vidas, quizá necesitamos -o no- una DGR -Dirección General de Redes-, que regule la »pesca« de personas. Porque como afirma el documental »si la red que usas es gratis y los que les pagan son los anunciantes, planteate que el producto eres tu».
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