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Sánchez plantea pactos a izquierda y derecha para ser investido en diciembre

Sánchez plantea pactos a izquierda y derecha para ser investido en diciembre

Buscará la abstención de PP y PSOE con un acuerdo para garantizar la integridad territorial y el apoyo de UP con una agenda de calado social

Domingo, 13 de octubre 2019, 11:21

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Un programa de Gobierno netamente progresista para convencer a las fuerzas a su izquierda de que merece la pena firmar un acuerdo de legislatura y al menos cuatro pactos de Estado para que el PP y Ciudadanos se avengan a no obstaculizar su investidura. El «plan antibloqueo» que de forma tan grandilocuente anunció el pasado miércoles Pedro Sánchez, y que este domingo dio a conocer su partido, tiene en la práctica poco de novedoso. Los objetivos del líder del PSOE siguen siendo los mismos que antes de que el 24 de septiembre se publicara el decreto de disolución de las Cortes y convocatoria de nuevas elecciones el 10 de noviembre; un Ejecutivo en solitario respaldado desde fuera por Unidas Podemos (y Más País) que no nazca con el estigma del apoyo implícito o explícito del independentismo. Pero ahora se da poco más de un mes para lograrlo.

En caso de ganar las elecciones, Sánchez presentará una propuesta a cada una de las demás fuerzas políticas en el plazo de 48 horas y empezará a negociar una investidura que, a su juicio, debería poder celebrarse en la segunda quincena de diciembre. En el documento distribuido bajo el ambicioso título 'Plan para avanzar y vencer el bloqueo', los socialistas ofrecen varias pistas de lo que con toda probabilidad pondrán sobre la mesa. Para populares y liberales, fundamentalmente, un «acuerdo de defensa de la democracia española, de la Constitución y de la integridad territorial para asegurar una respuesta unitaria frente a cualquier tentativa unilateral de ruptura del orden constitucional». Para los partidos de izquierdas, una agenda social, medioambiental y económica.

Entre las medidas que el líder del PSOE se compromete a poner en marcha en sus primeros seis meses de Gobierno estarían así la aprobación de la eutanasia; la reforma del Código Penal sobre delitos sexuales para que «todo lo que no sea sí sea no»; una ley de transición energética y otra de plásticos de un solo uso, y el inicio del proceso para hacer la educación de 0 a 3 años universal. En el primer año, además, promete abolir la prostitución, una ley de vivienda (que nada dice de intervenir el mercado como exige Podemos), una ley de protección del usuario de servicios financieros, la reforma de la ley mordaza o la ampliación de derechos para las personas transexuales.

El texto también habla de derogar «los aspectos más lesivos» de la reforma laboral aprobada por el PP en 2012, en plena crisis. Sin embargo, a esta eterna reivindicación hay que ponerle matices. En una entrevista en 'El Español', este domingo, el presidente del Gobierno en funciones defiende que en todo caso habría que preservar la «flexibilidad» del modelo, que ha permitido que el empleo crezca en tasa interanual a un ritmo superior al de la economía.

Concentrar el voto

En realidad, Sánchez sabe que para que las negociaciones para la investidura lleguen a buen puerto más importante que sus propuestas serán la presión que tendrán todos los partidos políticos para evitar unas terceras elecciones en un clima de hartazgo ciudadano, su propia disposición a ceder y su fuerza. Y de eso se trata ahora, de dejar claro que el PSOE seguirá siendo el único que pueda formar gobierno para apelar al voto útil; una estrategia que, según las encuestas, todavía no parece funcionar.

«Si tenemos una mayoría suficiente el 10 de noviembre habrá gobierno en diciembre y pediremos al presidente del Congreso que no haya vacaciones parlamentarias en enero porque tenemos que aprobar el techo de gasto y presentar los presupuestos generales del Estado en el primer trimestre del año», dijo en un acto en Alcorcón en el que volvió a apelar a la concentración del voto como modo de evitar la parálisis institucional. Su mensaje ahora es complejo porque, aunque defienda los acuerdos transversales, para mejorar los resultados del 28 de abril necesita no sólo arañar votos a Podemos y a Cs sino movilizar a sus propios votantes. Y lo que puede ganar por un lado con la idea de la estabilidad lo puede perder por el otro.

En su mitin, Sánchez aseguró que no irá a ninguna parte «con partidos que se alían con la ultraderecha» para intentar contrarrestar los ataques de Pablo Iglesias, que lo sitúa en el mismo bando. Pero el PSOE sí defiende alcanzar con las fuerzas de la derecha un entendimiento tanto en materia territorial como de pensiones (un «nuevo» Pacto de Toledo) y financiación autonómica. Además, propondrá la reforma del artículo 99 de la Constitución para modificar el sistema de investidura.

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