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Mossos y policias nacionales, en la estación barcelonesa de Sants . EFE
Policías nacionales y mossos se unen al otro lado de la barricada

Policías nacionales y mossos se unen al otro lado de la barricada

Los dos cuerpos cargan juntos por primera vez en la historia y superan las diferencias provocadas por la actuación del 1-O

Viernes, 18 de octubre 2019, 09:39

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Es difícil encontrar algo positivo en los disturbios que asolan Cataluña en los últimos cuatro días. Pero algo hay. Las cargas y la gasolina han llevado al segundo plano algo que en otro contexto sería directamente inimaginable: agentes de los Mossos d' Esquadra, la policía catalana, cargando codo con codo -porra con porra- con los mismos policías nacionales que hace poco más de dos años eran casi el mismo diablo. El 1-O, y sus desconfianzas, definitivamente han pasado a la historia de las fuerzas de seguridad.

La semana de fuego e ira de los Comités de Defensa de la República (CDR) y de Tsunami Democratic en El Prat han obligado a una oleada de solidaridad entre agentes de la Generalitat y del Gobierno central inédita desde que en 2008 se completara el despliegue de la policía autonómica en esa comunidad.

Hace solo unos días -confiesan los mandos de los tres cuerpos implicados- hubiera sido siquiera inimaginable pensar en los uniformes azules de la Brimo y la UIP (los antidisturbios de Mossos y CNP) fundiéndose en cargas contra los violentos. En muchas redacciones -también en la de este periódico- hubo que visionar varias veces los videos del pasado lunes en los que por primera vez en la historia de la democracia dos cuerpos actuaban de forma conjunta. Eran policías nacionales y mossos en la T-1 de El Prat. Sí. Y los dos cuerpos al unísono. Los andisturbios se fundían entre la multitud 36 años después del nacimiento del cuerpo autonómico.

«Parecía increíble. La tarde del pasado lunes en la T-1 de El Prat cambiaron muchas cosas sin que los mandos siquiera lo ordenaran», explica José María Benito, portavoz de UFP (Unión Federal de Policía). «De un día para otro la coordinación ha pasado a ser casi perfecta. Los mandos policiales de los Mossos parece que han aprendido de lo de Trapero», apunta Benito.

«Trapero, Trapero»… El nombre del major que dirigió a los Mossos durante el 'procés' aparece en la respuesta a cada pregunta. El mayor José Luis (como él se hizo llamar en el juicio del Supremo) ya no pinta nada en los Mossos, pero sí lo que le ocurrió.

El mayor se enfrenta a once años de rebelión. Es cierto que tras la sentencia del Supremo nadie duda de que, como mucho, Trapero será condenado a sedición. Pero tampoco nadie cree que la condena comportará una pena por inhabilitación que acabará con su carrera profesional del mando policial que llegó a los más alto durante los atentados yihadistas del 17-A en Cataluña. «Los jefes de los Mossos han escarmentado en cabeza ajena, la de Trapero. Saben que si no lo hacen ellos, lo haremos nosotros», afirma la secretaria del Sindicato Unificado de Policía (SUP).

Más allá de las declaraciones, las imágenes de los últimos días hablan de escenas inéditas e impensables hace dos años, cuando la inacción de los Mossos abrió una herida que parecía que jamás se iba a cerrar.

No fue solo El Prat. Los Mossos acudieron en tropel el martes cuando las Unidades de Intervención de la Policía (UIP) tuvieron problemas para controlar a los 40.000 exaltados que rodeaban la Delegación del Gobierno en Barcelona. Los policías nacionales devolvieron el favor horas después cuando el miércoles los Brimo de los Mossos se vieron superados por los 22.000 violentos que asediaban a la Consejería de Interior «Si no hubiera sido por los compañeros del CNP nos hubieran superado», explica David Miquel, el portavoz del Sindicato de Policías de Cataluña (SPC), que, como todos los mandos de ambos cuerpos, apenas encuentra peros a la colaboración de ambos cuerpos.

Miquel, a pesar del recondido éxito de la coordinación de los últimos días, no está satisfecho. Echa de menos, como lo hacen también otros muchos mandos policiales, que la Generalitat y el Ministerio del Interior no convoquen la Junta de Seguridad de Cataluña, dada la crisis que vive la comunidad.

Más allá de los resquemores, explican fuentes de los cuerpos nacionales y autonómicos, la virulencia de los ataques de los últimos días han unido a los cuerpos 'azules' (Mossos y Policía Nacional).

«Los jefes de los Mossos han escarmentado en cabeza ajena, la de Trapero», dicen en el SUP

Y todo ello, a pesar de que los mandos de la policía autonómica catalana, según confiesan los operativos, había ordenado a los Mossos que trataran de guardar las distancias con los «cuerpos policiales del Estado» y «evitar a toda costa» las intervenciones conjuntas.

La delicada situación que se dio el lunes por la tarde en El Prat hizo que las barreras y prevenciones levantadas durante dos años desaparecieran tras las primeras refriegas.

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