La justicia europea retiró la inmunidad a Puigdemont en julio

La misma instancia judicial que hace unos meses les restableció cautelarmente la inmunidad, se la volvió a quitar el pasado julio. El Tribunal General de la Unión Europea retiró la prebenda que había devuelto temporalmente el pasado 2 de junio al expresidente Carles Puigdemont y sus exconsellers Toni Comín y Clara Ponsatí. Una decisión que puso en 'standby' los suplicatorios que el Parlamento Europeo acordó el 9 de marzo, y que con este auto de marcha atrás, vuelve a dejarlo todo como estaba.

La suspensión de la ejecución podíae ordenarse si la parte que la solicita demuestra que su concesión «está justificada a primera vista de hecho y de Derecho (fumus boni iuris) y que es urgente», en el sentido de que, «para evitarle un perjuicio grave e irreparable, es necesario que la suspensión sea acordada y surta efectos desde antes de que se resuelva sobre el recurso principal», se recoge en el fallo de la justicia europea.

En el texto dado a conocer en julio, el tribunal llegaba a la conclusión, sin embargo, de que los eurodiputados independentistas «no han conseguido demostrar que concurra el requisito de la urgencia». Entendiendo, además, que «el perjuicio grave e irreparable que invocan no puede ser calificado de cierto - se subraya- o acreditado con un grado de probabilidad suficiente».

Los abogados de Puigdemont, Comín y Ponsatí argumentaron en su momento que la decisión de la Eurocámara les dejaba «expuestos al riesgo de ser detenidos». En concreto, aludían a su participación en el primer pleno en Estrasburgo (Francia) que se celebró el pasado 7 de junio. Un argumento que mantenían vivo y que el magistrado considera que no se sostiene. «La inmunidad que ampara a los diputados durante sus desplazamientos al lugar de reunión del Parlamento o cuando regresen de éste permanece jurídicamente intacta»»se recoge en el auto.

En consecuencia, podrían desplazarse para asistir a las reuniones de la Eurocámara «y no pueden invocar válidamente, para acreditar la existencia de un perjuicio grave e irreparable -remarca el auto judicial-, un supuesto riesgo de ser detenidos, concretamente en Francia, con ocasión de un desplazamiento para participar en una sesión parlamentaria en Estrasburgo o para regresar de ésta».

El vicepresidente de este tribunal de primera instancia de la UE desestimaba de este modo las medidas cautelares que habían solicitado los tres fugados de la justicia española. La restitución que él mismo decidió en mayo la dejó condicionada al resultado de una investigación más profunda y a las conclusiones de un dictamen que debería marcar el tramo final del procedimiento de medidas provisionales.

En su momento los líderes independentistas exhibieron la suspensión cautelar del levantamiento de su inmunidad como un triunfo. El expresidente colgó en su cuenta de Twitter una foto con el texto «No surrender» («no nos rendiremos», en inglés), Comín se vanaglorió: «¡Una victoria más ante los tribunales europeos! Y no será la última». Y el abogado de ambos, Gonzalo Boye, argumentó que la decisión era enormemente relevante porque indica que habían presentado «un caso sólido».

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