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Una sanitaria cruza un paso de peatones junto al Hospital Clínico. Irene Marsilla
Detenido un cardiólogo por grabar a una compañera en los vestuarios del Hospital Clínico de Valencia

Detenido un cardiólogo por grabar a una compañera en los vestuarios del Hospital Clínico de Valencia

La policía arrestó al médico cuando terminó su guardia en el hospital tras reconocer que había colocado su teléfono móvil detrás de una rejilla de ventilación

JAVIER MARTÍNEZ

Valencia

Martes, 14 de mayo 2019, 13:06

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El dilema era el que sigue: ¿recriminaba a su compañero por haberle grabado con un teléfono móvil cuando ella estaba en los vestuarios o telefoneaba a la policía y lo denunciaba por un delito contra la intimidad? La médica decidió que la acción del cardiólogo merecía un escarmiento, además del castigo que supone la vergüenza ocasionada por ser descubierta su morbosidad, y llamó a la sala del 091 para que la policía lo arrestara.

Los hechos libidinosos tuvieron lugar sobre la una y media de la madrugada del domingo en el Hospital Clínico Universitario de Valencia. Tras recibir el aviso de las supuestas grabaciones en los vestuarios donde se cambian de ropa las médicas, una patrulla de la Policía Nacional acudió al centro hospitalario y se entrevistó con la mujer que había hallado el teléfono móvil oculto tras una rejilla de ventilación del cuarto de baño. Encontrar al propietario del aparato fue más fácil de lo que podían imaginarse los agentes. Con los datos facilitados por la galena y una simple consulta a su lista de contactos, los policías identificaron al presunto mirón: un cardiólogo de mediana edad.

El sospechoso estaba de guardia esa noche en el hospital, y no tuvo más remedio que confesar su morbosa acción ante las evidentes pruebas que la policía tenía contra él. Según informaron fuentes del Hospital Clínico, el médico continuó trabajando en la madrugada del domingo hasta que finalizó su servicio de guardia sobre las nueve de la mañana, ya que prescindir de un especialista en cardiología durante esas horas podría haber sido perjudicial para un posible infartado, y no fue arrestado en el centro hospitalario.

La policía intervino el móvil para analizarlo y comprobar si había grabado más veces

Una vez que terminó su jornada laboral, el galeno prestó declaración ante la Policía Nacional en la comisaría de Exposición, donde un agente le informó que estaba detenido por un delito contra la intimidad, le leyó sus derechos y le explicó también las consecuencias penales de su acción.

Cuando la policía terminó de realizar las diligencias, el médico quedó en libertad pero deberá comparecer en el juzgado cuando reciba la correspondiente citación. Las mismas fuentes del hospital señalaron que la médica que descubrió los hechos presentó una denuncia en la comisaría.

Los investigadores intervinieron el teléfono móvil para analizarlo y comprobar si el galeno había grabado vídeos en otras ocasiones en el cuarto de baño de los vestuarios femeninos. La detención del cardiólogo trascendió ayer y fue difundida en grupos de WhatsApp de trabajadores del hospital con comentarios que mostraban su preocupación, sorpresa e indignación.

Hace dos meses, la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Navarra confirmó una sentencia de dos años de prisión para un hombre condenado por un delito continuado contra la intimidad. El individuo de 46 años grababa imágenes de mujeres en el cuarto de baño de un bar tras ocultar su móvil, con la cámara de vídeo encendida, en el dispensador de papel higiénico. Una clienta del local descubrió el teléfono y pidió explicaciones al camarero con el móvil en la mano, pero el procesado le arrebató el aparato y huyó, aunque posteriormente fue detenido, juzgado y condenado.

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