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J.V. Muñoz-Lacuna
Toledo
Domingo, 27 de enero 2019, 13:14
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La Guardia Civil ha detenido en Borox (Toledo) a un hombre de 73 años por traficar con armas de fuego que construía con sus propias manos en un taller clandestino de esta localidad de 3.600 habitantes. Los agentes le han intervenido 71 armas, 47 cañones para arma corta, 28 silenciadores, 11.753 cartuchos y 48.000 euros en metálico procedentes de su venta, dinero que suponía un plus a su pensión de jubilación. Al detenido se le considera autor de tres delitos: depósito ilegal de armas, depósito ilegal de munición y tráfico de armas.
Las investigaciones se iniciaron el pasado 11 de enero cuando una patrulla de la Guardia Civil de Seseña (Toledo) encontró durante una inspección una bolsa con dos revólveres y dos silenciadores en el interior del coche del ahora detenido. En los posteriores registros a la vivienda y al taller del anciano hallaron un torno, una máquina de soldadura eléctrica, dos taladros de columna y una máquina pulidora de metal, entre otras herramientas para montar y desmontar armas.
Entre las armas encontradas en ambos registros destacan 17 inutilizadas que habían sido rehabilitadas para su normal funcionamiento, 16 de fabricación artesanal y un revólver de juguete fabricado en baquelita -resina sintética muy usada en la industria- al que el <
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