Junts pel Sí y la CUP no rebajan la tensión entre independentistas

Desde Convergència han acusado a la CUP de hablar mucho, pero mojarse poco. "Hay que recordarles a algunos las consecuencias de la desobediencia, porque hablan mucho pero de consecuencias jurídicas, ni una", ha afirmado el coordinador de régimen interno de la formación, Francesc Sánchez. A CDC "no le tiemblan las piernas" ante el Constitucional, ha asegurado Sánchez, que ha señalado a los anticapitalistas que dirigentes del partido como Mas o Rigau están imputados por poner las urnas el 9-N. También en el ámbito de Junts pel Sí, el expresidente de ERC Joan Puigcerçós ha avisado a la izquierda radical de que si continúa "tensando la cuerda", "no llegaremos ni a la esquina".

Quien más ha tensionado la situación, en cualquier caso, ha sido la portavoz de la izquierda radical, Anna Gabriel, que ha afirmado esta mañana que su grupo no está dispuesto a que la mesa del Parlamento catalán se convierta en una "correa de transmisión de las decisiones y resoluciones del Constitucional". "Para llegar a la independencia hay que desobedecer", ha apuntado. Gabriel ha insistido en que la CUP no moverá ni una coma del texto y que no accederá a la petición de que la moción se adapte a la legislación española y a la sentencia del Tribunal Constitucional.

"Quizás alguien piensa que somos unos inmovilistas. Lo que pasa es que ante la petición que nos adaptamos a la legislación española y que nos adaptamos a la sentencia del Tribunal Constitucional, nuestra respuesta es clara. Nosotros no estamos gesticulando, estamos haciendo lo que nos comprometimos a hacer, queremos ser garantía de la ruptura con el Estado", ha rematado. Y ha recordado a Junts pel Sí que la declaración del 9-N (anulada por el Constitucional) es un "compromiso compartido". "No sé si ellos se han olvidado de lo que votamos por el 9-N, nosotros no nos hemos olvidado y por eso vamos por este camino", ha recriminado.