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La crisis de la Hullera dibuja un drama social entre sus trabajadores con diez nóminas sin cobrar

La crisis de la Hullera dibuja un drama social entre sus trabajadores con diez nóminas sin cobrar

Los trabajadores de los servicios mínimos aseguran estar viviendo una situación insostenible y la administración concursal insiste en que la situación económica de la minera «está al límite»

a. cubillas

Jueves, 9 de junio 2016, 20:50

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La crisis de la Hullera Vasco Leonesa ya no esconde el drama social que viven sus trabajadores. Los continuados incumplimientos del Gobierno sumado al bloqueo de las térmicas han dibujado una delicada situación económica de la empresa minera que, año tras año, ha visto incrementar un agujero que le ha empujado a lo que hoy es la antesala del cierre de la unidad productiva de interior.

Una crisis que ha salpicado de lleno a su plantilla, mermada en los últimos años. Especial crítica la situación de los cerca de 80 trabajadores que se mantienen al frente de los servicios mínimos desde que el pasado mes de mayo de 2015 la Vasco diese luz verde a un ERE temporal de seis meses al que se encadenó un segundo y un tercer expediente que mantendrá sumido hasta agosto a la empresa en una parálisis total y absoluta.

Concretamente son diez pagas, seis nóminas septiembre, octubre, noviembre, marzo abril y mayo- y cuatro extras, las que la Hullera Vasco Leonesa adeuda a los trabajadores de servicios mínimos, las cuatro últimas al conjunto de su plantilla. Una situación completamente insostenible, según denuncian estos trabajadores, que por el momento no parece tener solución.

Situación al límite

La empresa ya ha trasladado su imposibilidad de hacer frente al impago de las nóminas de los trabajadores hasta que no haya ningún ingreso. Es más, según han señalado desde el comité de empresa, desde la administración concursal han trasladado que se encuentran al límite, con liquidez únicamente para hacer frente a los pagos imprescindibles.

Complicada la situación de estos trabajadores así como de la totalidad de la plantilla que afrontarán, previsiblemente en las próximas semanas, las negociaciones del ERE de extinción que planteará la administración concursal después de que ninguna empresa mostrar su interés por la compra del interior.

Escenario que se agudizará a partir del mes de agosto dado que, según las previsiones iniciales, apenas unos 80 empleados participarán en las labores de cierre, quedando en el aire el futuro de más de un centenar de mineros que no podrán acogerse a ninguna medida social-prejubilaciones y bajas incentivadas-. Un nuevo drama social que dibuja la crisis minera.

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