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Un minero, durante uno de los encierros por la crisis del sector.
Apenas un centenar de mineros resiste bajo tierra mientras Europa sólo da continuidad a los cielos abiertos

Apenas un centenar de mineros resiste bajo tierra mientras Europa sólo da continuidad a los cielos abiertos

El sector reconoce que es «inviable» devolver las ayudas en 2018 por lo que el «cierre del interior es claro» | «El mejor ejemplo es la Hullera que para seguir explotando el interior debe devolver 72 millones»

j.c.

Domingo, 29 de mayo 2016, 12:43

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Durante los últimos 25 años la minería leonesa ha sufrido un laminado lento y mortal. Cada día, desde 1991, un minero ha colgado las botas. Y su puesto, nunca ha sido repuesto. Así, uno tras otro, hasta dejar el sector en la situación en la que hoy se encuentra.

Entonces el sector contaba en la provincia de León con 10.000 trabajadores. Hoy, un cuarto de siglo después, la realidad es terriblemente dura. «La realidad es que hoy como mucho pueden quedar cien mineros de interior, y no creo que se alcance esa cifra», reflexiona Antonio Colinas.

Colinas, como tantos otros, ha visto de todo en este sector. Ha visto la época de bonanza y de sueldos 'contundentes' y ha vivido en primera personas los expedientes de regulación, los impagos, la pelea en la calle y la muerte de compañeros. La mina, una cultura social y laboral, agoniza desde hace décadas y nadie ha planteado una solución solvente.

Abandono

Así, día a día, hasta llegar a un punto sin retorno. Y en ese punto, no queda nada. «Queda el cierre, el cierre de la minería de interior, el abandono de esas explotaciones en 2018», sentencia Colinas.

Indignación

  • En las calles de las comarcas mineras hay indignación tras el último mazazo llegado de Europa, hay tanta indignación como resignación porque a fecha de hoy no quedan fuerzas ni para luchar.

  • Desde el sindicato UGT se ha asegurado que es «lamentable enterarnos por la prensa de los movimientos del Gobierno del PP respecto al sector. El pasado abril acudieron con premeditación y alevosía a Bruselas a presentar un plan de cierre de la totalidad de las minas españolas sin contar ni con empresarios ni sindicatos».

  • «Un plan que contempla un compromiso para que las empresas que no hubiesen cerrado en 2018 tengan que devolver las ayudas recibidas es el colmo de los despropósitos de este Gobierno, pues se trata de un plan de cierre en todas sus dimensiones que desconocemos por completo, que supone el fin de la Minería del Carbón en nuestro país y condena a las comarcas mineras a transformarse en verdaderos guetos».

  • La misma indignación se deja ver en Comisiones Obreras «Esto supone la aprobación de lo reflejado en el plan del Carbón, lo que significa que hasta ahora, las ayudas concedidas a las empresas se han tramitado de forma ilegal».

Y es que en ese año la guillotina que en tantas ocasiones se había anunciado desde Europa bajará hasta rebanar el cuello del sector. En el mejor de los casos, se recuerda, sobrevivirán «las explotaciones de exterior, pero las de interior nada de nada».

El mejor ejemplo, se advierte, es el de la Hullera Vasco Leonesa, hoy en proceso de liquidación y por la que ya nadie da un duro: «La Vasco es una muestra clara de la situación en la que nos encontramos. Si hay un valiente que compra el interior tendrá que hacer frente a unas devoluciones de ayudas que alcanzan los 72 millones de euros. Y eso hoy es imposible. El exterior es más apetecible porque habrá que devolver seis millones y por ahí se puede conseguir algo».

Dinero para ayudar a morir

Fue este viernes cuando la Comisión Europea confirmó que los planes españoles de conceder 2 130 millones euros para el 'cierre ordenado' de 26 minas de carbón 'no competitivas' se ajustan a las normas sobre ayudas estatales de la UE. «Es dinero para ayudarte a morir», se recuerda hoy desde el sector.

Ese dinero además de cubrir las pérdidas productivas (700 millones de euros) incluye el coste de las prejubilaciones, bajas incentivadas o indemnizaciones de los trabajadores que se quedarán en el paro derivado del cierre de las minas (1.300 millones). También se financiarán la seguridad y las obras de rehabilitación necesarias tras el cierre de los pozos antes de 2019 (130 millones).

La minería de interior está muerta. Y esa es la realidad. El próximo 7 de junio en la Escuela de Minas de Madrid, se firmará el Acuerdo en Defensa de la Minería del Carbón y las Comarcas Mineras, entre otras entidades con la Junta de Castilla y León y los gobiernos autonómicos de Asturias, Aragón y Castilla-La Mancha. Será, si acaso, el último y desesperado intento por alzar la voz en medio del desierto.

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