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Lunes, 22 de enero 2018, 20:15
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Los vecinos de dos calles del Barrio del Ejido están en pie de guerra.
«Ni en la cárcel de Mansilla viven en estas condiciones», denuncia un inquilino que ha visto como el propietario del edificio ha cerrado las terrazas del bloque sin previo aviso.
Esta situación se está viviendo en las calles Obispo Panduro y Antolín López Peláez.
Según explican sus vecinos, la propiedad, una empresa de Madrid, adquirió un gran número de edificios de ambas vías hace un año. «Lo compró para ganar dinero y nos está haciendo la vida imposible», han señalado a leonoticias.
La mayoría son inquilinos y el dueño «se niega a dar explicaciones», matizan. Por ello, han recogido firmas de todos los vecinos y van a solicitar la intervención del arquitecto municipal. También quieren crear una asociación «para tener más fuerza».
La actuación ha consistido en serrar los tendederos externos y recubrir las terrazas con chapa. Más allá de la pérdida de estética, los vecinos consideran que ahora «parece que vivimos en una cárcel».
La Policía Local tuvo que disuadir este lunes una concentración que trataba de evitar los trabajos de los operarios encargados por la propiedad para dicha actuación.
A pesar de ello, los vecinos se mantienen en pie de guerra y buscarán una solución al agravio que entienden se está comentiendo con sus viviendas.
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